Maldita novela

Opinión:

Llevo unas cuantas reseñas hechas ya de las historias y cuentos de Roberto Malo pero creo que iba siendo hora de hacer la de su primera novela. Ver de dónde arranca su carrera literaria, si bien es cierto que anteriormente ya tenía una antología de relatos, Malos sueños, pero que dejaré para otra ocasión. Esa primera publicación en formato novela corta se titula maldita novela, y viene a ser un juego metaliterario en muchas de sus páginas, y que bien pudiera ser un esbozo irónico de cuáles habían sido hasta entonces sus experiencias en el mundillo literario.
 
De hecho el protagonista, Julio Martín, es un escritor de relatos que decide iniciar una nueva aventura lanzándose a escribir una novela, que tras una serie de experiencias se convertirá en la novela que sale en el título. Y se podría decir que tampoco lo que nos presenta Roberto en estas páginas sea una novela corriente. Al menos en la estructura formal que a todos nos viene a la cabeza cuando vamos a leer un libro. Si bien sigue la narrativa que nos cuenta la historia de este escritor y sus andanzas, aparecen capítulos en los que salta la chispa comediante del autor y se presentan en formato poético sus pensamientos e incluso chistes. Y es más, incluso aparecen guiones de cómic o de cine, quizá como ente visionario que supiese por donde iban a discurrir posteriormente sus publicaciones, tanto de relatos como en las novelas, ya que es un formato que utilizará años más tarde en Los guionistas.
 
Parece, una vez leída toda su bibliografía, que Maldita novela fuese su última novela y no la primera, porque, como digo, parece encerrar la esencia de las demás. Incluso Julio Martín, el personaje ficticio (o quizá no tanto) de Maldita novela, escribe una frase de estas que su colocan al inicio de un libro haciendo referencia a lo que va a poderse leer dentro. Y eso es lo que ha ocurrido con la que es la última publicación de Roberto, Asesinato en el club nudista, donde Julio Martín escribe: "¿El mundo real? No lo busques en mis libros".
 
Y es que como me ha comentado en algunas conversaciones al hablar de sus novelas, Maldita novela y La marea del despertar forman lo que se llamaría el "díptico onírico". Así pues esa frase es una manera muy acertada de hacernos saber qué hay en sus páginas, qué nos espera. Aunque ya adelanto que el escritor consigue sorprender de una u otra manera en sus aventuras, ya sea haciendo uso del terror, del humor, de la fantasía o de la acción. Porque uno nunca sabe qué puede suceder en la siguiente línea.
 
Roberto barniza esas inquietudes literarias de Julio con su agente, con su mujer, con su alrededor de humor, ironía, cierta crítica a la escritura de novelas en demérito de los relatos, etc. Algo que hace que la lectura de Maldita novela  sea ágil, fresca, divertida y te evada.
 
Lo cierto es que con todas y cada una de las novelas de Roberto Malo paso un rato divertido, sean del género que sean, me invade su espíritu de buena gente, su forma de hablar se mete en mi cabeza y me impregna de su alegría, repito que me ocurre con todas. Pero irremediablemente si me tengo que decantar por una que defina cómo es Roberto Malo cuando escribe, esa sería sin lugar a dudas la que hoy nos acontece.

Fernando Martínez Gimeno