los niños de armagedon

Opinión:

A priori, el tema que trata Terry Brooks en su libro es de lo más sugerente. Y así continúa siendo al menos durante las primeras cincuenta páginas. Los grupos de niños formando comunidades en las ciudades destruidas, los adultos con otros pequeños tratando de protegerse en el interior de enormes estadios deportivos, los demonios y sus secuaces esclavizando y experimentando a lo nazi con cuantos logran atrapar... y el héroe con una importante misión que llevar a cabo. En fin, todos los ingredientes para que la novela resulte más que atractiva.

Pero, por desgracia, el libro no está muy bien escrito y la traducción deja mucho que desear. El autor repite hasta la saciedad las mismas ideas acerca de la destrucción del mundo, de lo insensatos que fueron los hombres, de las consecuencias de sus estúpidos actos... con tal abuso que lo que en principio prometía ser una novela interesante se transforma en una cruzada para remover la conciencia ecológica del lector, que termina, inevitablemente, saltándose los párrafos repetitivos para continuar con la trama.

Además, a la mitad del libro, de repente y sin venir a cuento, nos encontramos con los elfos y con una especie de ente inmóvil que parece poseer algunas claves para salvar al mundo. Hasta ahí, la novela, pese a los defectos expuestos con anterioridad, conseguía mantener el interés y la intriga. El componente añadido de las criaturas mágicas, lejos de mejorar la trayectoria, no hace sino disminuir el apetito del lector por llegar hasta el final.

Y cuando, tras sortear todos los obstáculos, consigue alcanzar la última página, descubre que está muy lejos de llegar a la conclusión. Hay continuación, en una próxima entrega prevista para Septiembre de este año.

El tema resulta lo bastante atrayente como para querer saber cómo termina la historia. Confío en que la revisión de la nueva novela consiga, al menos, mejorar un poco el estilo.