Anika entre libros

Los libros que devoraron a mi padre

Ficha realizada por: Inés Macpherson
Los libros que devoraron a mi padre

Título: Los libros que devoraron a mi padre
Título Original: (Os Livros Que Devoraram o Meu Pai, 2010)
Autor: Afonso Cruz
Editorial: Blackie Books


Copyright:

© Texto: Afonso Cruz. Obra originalmente publicada en Portugal por Editorial Caminho (2010)

© Traducción, Nicolás Barbosa López | Panamericana Editorial Ltda.

© Edición: Blackie Books S. L. U., 2019

© Ilustración de cubierta: Cristóbal Fortúnez

© Fotografía del autor: Paulo Sousa Coelho

Traducción: Nicolás Barbosa López
Edición: 1ª Edición: Marzo 2019
ISBN: 9788417552275
Tapa: Dura
Etiquetas: novela aprendizaje sobre literatura sobre libros homenaje metaliteratura personajes literarios padres e hijos amistad primeros amores culpa literatura portuguesa
Nº de páginas: 144

Argumento:

Vivaldo Bonfin es un hombre normal y corriente, con un trabajo tedioso, rodeado de papeles y trámites burocráticos. Por eso, siempre que puede y nadie lo ve, lee. Se escapa de su rutina a través de los libros. Hasta que su huida es definitiva y, un día, desaparece. Se pierde entre libros.

Al cumplir los doce años, su hijo Elías recibe la llave de la biblioteca del ático, donde están todos los libros de su padre. A partir de ese día, Elías empieza su propio viaje: al salir del colegio se dirigirá a casa de su abuela y se adentrará en cada uno de los volúmenes que le esperan allí, para encontrarle. Y mientras transita por las calles de Londres o el frío de Siberia, Elías va descubriendo la vida, el miedo, la pérdida y la pasión por la lectura.

 

Opinión:

 

Cuando un escritor pone el punto final a una historia, ésta permanece encerrada entre páginas, esperando a que un lector le dé vida. Y a veces, el libro nos atrapa, nos absorbe. Y aunque a menudo decimos que devoramos libros, quizás son ellos quienes nos devoran, quienes nos arrancan un pedazo de realidad para llenarla con otra cosa, con una ficción que nos permite viajar, descubrir otros lugares, pero también descubrir las otras cosas que normalmente no queremos ver, las sombras que nos muestran con el espejo de sus letras y sus espacios en blanco.

Afonso Cruz, autor portugués que ha recibido varios galardones, entre ellos el Premio Unión Europea de Literatura 2012, nos ofrece con "Los libros que devoraron a mi padre" (premio Maria Rosa Colaço) un pequeño homenaje, un paseo por algunos de los títulos más emblemáticos de la literatura universal. Algún lector podría preguntarse por qué estos clásicos y no otros; o por qué no aparecen más. Pero no se trataba de hacer un catálogo, sino de demostrar qué les puede ocurrir a los personajes cuando el autor decide acabar la historia, aunque no acabe con ellos. ¿Qué ocurre cuando somos nosotros quienes les damos vida a través de nuestros ojos, de nuestra mente? Que se quedan allí, agazapados, esperando otra historia para saludarnos de nuevo, para que veamos paralelismos. Y es con esos paralelismos con los que juega el autor, haciendo que el final de una novela pueda llevarnos al inicio de otra, que veamos la relación entre personajes, entre frases, universos… Y que seamos conscientes de la persecución de una sombra a través de los relatos. Porque el padre de Elías es eso, una sombra, un nombre, una silla que liga al lector y al niño con la ficción y la realidad, que es a su vez otra ficción.

Y buscando esa sombra a través de las páginas de los clásicos, Elías habla con personajes, descubre lo que los mueve, sus sueños, su moral, la capacidad humana de convertirse en monstruo. Y es ahí donde uno comprende que los títulos escogidos no son al azar, porque casi todos nos hablan de esa dualidad entre hombre y animal, y nos recuerdan que todos podemos convertirnos en monstruo, incluso leyendo, y que, por mucho que queramos volcar sobre el papel la culpa, ésta no nos suelta.

Con un final quizás un poco abrupto, pero que tiene sentido dentro del viaje que propone el autor, "Los libros que devoraron a mi padre" nos recuerda, como dice en sus páginas iniciales, que «un buen libro debe tener más de una piel, debe ser un edificio de varias plantas». Y aquí encontramos un homenaje, una escalera que nos conduce por los diferentes recovecos de una de las pieles de algunos libros, para explicarnos la historia de un niño que comprende que, por mucho que uno quiera ser devorado por libros, a menudo es la realidad la que nos muerde.

 

Inés Macpherson

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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