Los días iguales de cuando fuimos malas

Opinión:

Inma López Silva nos hace reflexionar sobre el "mal" mediante esta novela coral a cinco voces, con una de ellas como nexo común de las otras cuatro, nos mete en la piel de cinco mujeres compartiendo el día a día en una prisión.

Laura, bailarina de ballet frustrada cuyo sueño realmente era ser funcionaria de prisiones, con varios secretos a su espalda que no la hace mejor que las presas a las que custodia.

Margot, conocida prostituta que igual que sale, vuelve a entrar en la cárcel con un pasado marcado por la repudia de una etnia, en la cual el único pecado que cometió fue tener un bebé demasiado rubio.

Valentina, cuyo pecado fue ser demasiado guapa; tener una "carabonita" en su Colombia natal no le trajo más que quebraderos de cabeza, y volar a España no fue precisamente la mejor decisión que pudo tomar; pero por un hijo, a veces se hace lo imposible.

Sor Mercedes, capaz de juzgar a cualquiera de sus compañeras, pero no de tener las suficientes agallas para reconocer sus pecados. No es muy difícil convivir entre los muros de la cárcel cuando toda tu vida la has pasado entre las cuatro paredes de la celda de un convento.

Inma, escritora, quizá la menos indicada para cumplir condena, es la que se encarga, a través de sus descripciones de como era la vida de todas las anteriores en prisión, en aquellos días en los que transcurrían las horas de igual manera, una tras otra.... a su vez nos narra su propia historia... dejando al lector cómplice de la decisión de si estas cuatro mujeres debieron ser encarceladas, de si esos cuatro delitos por los que fueron juzgados eran tan temerarios como para privarles de una vida (en algunos casos mejor que en otros), de un día a día normal, de sus normas y quehaceres....

A modo de novela dentro de la novela se van desentrañando las personalidades de cada uno de los personajes, femeninos todos ellos. Los hombres sólo son reflejados en el libro como eje del mal. Da la sensación que las mujeres cometen delito porque los hombres las incitan a ello, ninguna de ellas, quizá salvo Sor Mercedes, hubiera estado encerrada si "un mal hombre" no se hubiera cruzado en sus vidas.

Y el personaje de Laura, inocente muchacha que deja sus estudios reglados de ballet (frustrando el deseo paterno) para estudiar una carrera totalmente opuesta a la delicadeza de la danza. Pero ávida de deseos y pasiones ocultas, acaba por convertirse también en un personaje oscuro. Nada que ver con la dulce Laura que parece ser en un principio...

Consigue López Silva con esta novela que el lector simpatice con todas y cada una de ellas, que se plantee que no todas son tan malas, ni todas son tan buenas. Novela de relaciones humanas, de conflictos personales, familiares. Del día a día...

Ross Goose