Anika entre libros

Los caminantes 4. Aeternum

Ficha realizada por: Anika Lillo
Los caminantes 4. Aeternum

Título: Los caminantes 4. Aeternum
Título Original: (Los caminantes 4. Aeternum, 2014)
Autor: Carlos Sisí
Editorial: Minotauro


Copyright:

© Carlos Sisí, 2014

© Editorial Planeta, S.A., 2014

Ilustración cubierta: Daniel Expósito

Edición: 1ª Edición: Octubre 2014
ISBN: 9788445002179
Tapa: Blanda
Etiquetas: persecuciones apocalipsis fin del mundo violencia discriminación marginación enfermedades mentales supervivencia supervivientes inmortales tensión literatura española novela pandemia sagas trilogías pesadillas terror miedo horror zombis sacrificios humanos visiones evolución de las especies villanos locura efectos secundarios
Nº de páginas: 539

Argumento:

Con la vacuna del Esperantum los zombis empezaron a no ver ni sentir a los vivos, y eso les dio pie a empezar de nuevo, pero algo va mal. El padre Isidro se aparece en sueños, la pequeña Alba sigue oliendo a tarta de coco y viendo cosas que van a ocurrir, los zombis vuelven a verles y sentirles -y por tanto a perseguirles- y aquellos que mueren estando vacunados vuelven a la vida (los llaman Lamberts).

Para acabar de empeorarlo todo José, Susana, Isabel y Alba viven a varios días del grupo y Susana está embarazada. Y Juan Aranda reaparece acompañado de un nuevo y peculiar personaje…

Pero los zombis no son los únicos seres violentos y perversos que acosarán a los vivos. La locura ha llegado.

 

Opinión:

 

¿Sabéis esa sensación de haber visto una temporada entera de una serie que te gusta mucho? Pues eso he sentido leyendo "Aeternum", ¡estaba leyendo la última temporada de la serie! Me ha gustado esa sensación porque pasan muchísimas cosas, lo que hace que no te aburras; entran nuevos personajes y suceden situaciones distintas a las de los tomos anteriores porque aquí toman importancia los Lamberts, y su posición es muy diferente a la del vivo vacunado. Y además está el efecto secundario de la vacuna del Esperantum, que crea un clima de violencia, tensión e inestabilidad que convierte a los vivos en bombas de relojería. Wow. O sea que hay cosas nuevas; no volvemos a leer más de lo mismo. Incluso no echaba de menos en absoluto al padre Isidro (que sale, sí, en pesadillas; este viejo y maldito cura tiene muchos fans y Carlos Sisí lo ha explotado en escenas terroríficas oníricas que me han recordado muchísimo a las que suele elaborar Stephen King).

Hay autores que con estas historias habrían escrito tres libros -cuando pasa esto solemos quejarnos porque hablamos de paja en la historias; alargan innecesariamente los libros y nos sentimos como si nos tomaran el pelo-, pero Sisí nos ha regalado el libro que todo el mundo espera: ese donde pasa de todo, a todos, a velocidad de vértigo, sin descanso -y habiendo zombis difícilmente puede uno bajar la guardia-… subyugándonos, empujándonos a seguir. Fijaos que son más de quinientas páginas, apenas han dejado márgenes y el interlineado no es precisamente grande, y a pesar de eso no he querido abandonar la lectura en ningún momento, cuando lo habitual es que si veo un libro sin apenas márgenes y mínimo interlineado con letra pequeña ni lo empiece. Eso sí, no lo habría leído si hubieran hecho, además, la letra más pequeñita, como me pasó con otro de Sisí. Las editoriales a veces se arriesgan demasiado. Tomen nota, señores.

Puesto que ha pasado mucho tiempo desde que leí la trilogía -o quizás he leído muchos libros en este tiempo- me resultaba imposible recordar todo lo ocurrido en tomos anteriores, de modo que algunas cosas me resultaban familiares pero de otras no recordaba nada. No es absolutamente necesario saberte la historia de memoria porque es cierto que Sisí evoca a veces situaciones o personajes, pero el libro puede leerse sin dificultad porque con los que quedan aquí y lo que les ocurre, tienes suficiente.

Hay nuevos personajes muy interesantes, y por supuesto tenemos grupos de villanos -casi al estilo de los antagonistas de los superhéroes-, que de tan malos no sabrías describirlos sin insultarlos. Reúnen lo peor del ser humano y en vez de ponerte a uno, Carlos Sisí te mete a unos cuantos. Son descerebrados, psicópatas, egoístas, verdaderos malnacidos… pero siempre hay alguno que además es listo, lo que lo hace más peligroso. Aquí no se hace una balanza ying y yang de perfiles -muy buenos y muy malos- aunque casi. Evidentemente los "nuestros" son los buenos, pero el autor hace que en algún momento se sientan malos, perversos, peligrosos, o en su defecto veremos cómo una ciudad rechaza a un grupo de personas recordándonos lo imperfectos que somos incluso cuando queremos hacer las cosas bien. Por suerte estos marginados, los Lamberts, nos darán alegrías. No obstante sí diría algo a editor y autor: cuando lees en la portada "La única forma de sobrevivir era elegir la muerte" el contenido, el sentido de esa frase, se hace muy evidente y cierto detalle de la novela se hace previsible. Pero tampoco es que importe, te lo vas a pasar en grande con la novela porque no da respiro.

Y como no podía ser de otra forma -yo casi lo esperaba- Carlos Sisí ha creado un final que da pie a un nuevo libro. Esta vez no se trata de una vacuna, sino de un personaje que reaparecerá para, misteriosa e inexplicablemente irse al lado oscuro. ¿Tendremos tomo quinto? Pues si es así estaré encantada de leerlo, porque será como leer la quinta temporada.

Anika Lillo

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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