Leonard Cohen y el zen

Opinión:

Se jacta el autor de la amistad que le unió a Leonard Cohen desde 1980 y que le ha posibilitado publicar más de 15 libros en torno a la obra del canadiense universal, así como adaptar al castellano para otros intérpretes numerosas canciones del bardo.

Sabemos de Leonard que siempre estuvo entregado al estudio de los temas espirituales, y estos se ven reflejados a lo largo de su extensa discografía y bibliografía; pero estos temas espirituales van más allá de servirle como bastón para componer, hizo de ellos una filosofía de vida, y en esta obra nos es narrada.

Dividido en 4 partes, en cada una de ellas analiza las canciones y fragmentos de los libros que publicó, que confrontan la época que se nos está narrando, pero no estamos ante una biografía al uso del canadiense, se nos detalla (a través de las propias palabras de Leonard Cohen, a través de entrevistas con las personas que le rodeaban en ese momento) la  íntima conexión que Cohen exigía a la vida y a los seres cercanos a su entorno.

Cómo desde el primer momento se nos descubre a una persona azuzada continuamente por una gran inseguridad, lo que le impedía establecer relaciones duraderas con el género opuesto, y lo que ocasionaba la mayoría de las veces que escribiera soberbiamente sobre las relaciones entre hombre y mujer, tanto física como espiritualmente, o bien mediante canciones, poesías o narraciones cortas publicadas luego en formato libro.

Un ser humano inmovilizado por una depresión arrastrada desde 1972, que le hacía pasar de una frenética fase maniaco-creativa a una intensa actividad social y sexual, pero que siempre acababa encontrando una satisfacción espiritual cuando se encomendaba a su "verdad personal", su filosofía de vida marcada por los retiros voluntarios a los que se obligaba junto a un sufi zen que rápidamente se convirtió en uno de sus mejores amigos y confidentes.

Se dice de él que su obra es la mejor poesía de la cábala que se ha escrito nunca, pero él se preguntará durante toda su vida ¿qué fuerza invisible controla las cosas y quién demonios es el responsable?, en sus obras poéticas y musicales encontramos las respuestas.

Habla el libro del Cohen compositor, del Cohen amigo y mal-marido, intercalando parte de su biografía con las descripciones y explicaciones de sus mayores logros musicales.

Toda la vida de Leonard Cohen es la de un hombre atormentado que busca respuestas a través de la música, y ésta se las responde a través de sus canciones, tan difíciles de entender para algunos, cargadas de metáforas religiosas pero que a la vez le sirven al cantante a desenmarañar su complicada existencia.

Con varios fracasos matrimoniales a sus espaldas, una carrera poco apoyada en un primer momento, la vida de Leonard Cohen no fue agradable, salpicada de drogas y alcohol, pero siempre volviendo al redil del Zen, a su particular paraíso en los retiros en las montañas. 

Además del repaso a las canciones y escritos del canadiense, el libro está aderezado con fotografías personales del autor, en dos bloques distintos, llamando la atención que las del primer bloque (que corresponden a la primera etapa de Leonard Cohen, antes de cosechar el éxito mundial que le precede) son en blanco y negro, como explicándonos la vida que llevaba en esos momentos.

El segundo bloque de fotografías, éstas ya a todo color, nos muestra un Leonard Cohen algo más risueño (no debemos olvidar que Cohen no se caracteriza precisamente por unas letras positivas y unas melodías rítmicas dinámicas, sino más bien por todo lo contrario, un cantante melancólico donde los haya) con la fortaleza del éxito ya conseguido, pero con la misma inseguridad en los ojos que mostraba en el primer álbum.

Finaliza la obra con una amplia selección bibliográfica y un índice bastante útil a la hora de buscar ciertas referencias.

Un libro interesante de leer para entender desde otra perspectiva la obra  y vida de aquel que en 2011 fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Ross Goose