Las heroínas también tienen miedo

Opinión:

Debo decir que no era mi momento para leer el libro porque la sinopsis me llevó a pensar que sería otra clase de narración. Cuando se hablaba de "Emprende un plan que consiste en solucionar los asuntos de su vida que aún no están resueltos (...) se encontrará inevitablemente con sus miedos, deseos y contradicciones" esperaba encontrarme una trama en la que realmente fuera físicamente a resolver todos esos asuntos pendientes, entremezclada con recuerdos y reflexiones. También se anticipaban algunas anécdotas jugosas y algo de humor, así que abordé el libro cuando buscaba una lectura ligera contemporánea.

En cambio, lo que he encontrado es una narración que no es una narración, ya que no tiene trama aunque avance el embarazo. En ningún momento hay tensión externa, ya que tiene una pareja estable, una familia que la quiere y un embarazo sin riesgos. No se enfrenta a nadie para resolver asuntos pendientes, más que a sí misma. La tensión es interna, ya que es una colección de reflexiones de todo tipo, fragmentadas y dispersas, sin orden aparente y saltando de una a otra.

Tampoco ayuda que las anécdotas de pasado fueran escasas y quedaran en nada, o que el humor no apareciera por ninguna parte, como no fuera cuando se caía en lo escatológico e irónico, en busca de desmitificar el embarazo y en un tono que no invitaba a la carcajada, sino a seguir en el modo reflexivo y de ahondar en la psique del personaje.

Es la clase de libro que disfruto cuando busco algo profundo, pero en un momento en el que buscaba algo más ligero se me ha atragantado bastante y eso puede influir en mi reseña, aunque hago el intento de ser imparcial. El libro no era lo que esperaba y no era el mejor momento para leerlo, lo cual no quiere decir que no sea bueno. Al contrario, tiene una gran calidad literaria y artística.

Todo tiene un hilo (el embarazo en todas sus etapas) y está magníficamente escrito; se nota que la autora ha hecho un esfuerzo literario interesante y que se ha desnudado ante el lector. Más que buscar solucionar los asuntos pendientes, yo diría que la búsqueda está más enfocada a profundizar en su propio ser, en un ejercicio de autoconocimiento que va acompañado de los miedos inherentes a las madres primerizas.

Es por eso que toca toda clase de temas, no solo el embarazo y el feminismo, sino también la inmigración, el compromiso y las relaciones, la vida profesional... Todos los asuntos que pueden preocupar a una madre primeriza inmigrante, vamos.

Así pues, solo puedo decir que, aunque personalmente no me ha encajado, tiene una gran calidad y muchos lectores podrían empatizar con el desarrollo del personaje.

Déborah F. Muñoz