Las crónicas de Emmy Lake

Opinión:

Nos encontramos con la secuela de la encantadora novela "Querida señora Bird", continuando con la historia de la encantadora Emmeline Lake, justo en el mismo punto en el que terminó nuestra dulce protagonista, a cargo de la sección de consejos de la revista femenina Amiga de la mujer, dando respuesta a las cartas cada vez más numerosas de las mujeres de la guerra, pero, en este nuevo libro, dirigida por la señora Mahoney tras la marcha de la anterior Henrietta Bird, y con nuevo nombre de sección, Su jovial servidora, haciéndose cada vez más popular.

Sin embargo, en esta segunda novela se observa un cambio en los temas tratados. Si bien en "Querida señora Bird" los temas de las cartas eran más de ámbito sentimental y situaciones difíciles a las que las mujeres se enfrentaban en soledad mientras sus maridos o seres queridos se encontraban en el frente, en esta ocasión se observa una evolución de las cartas hacia temas que permitirán a Emmy acercarse hacia su sueño de ser periodista de guerra. Los tiempos siguen siendo muy duros, pero los bombardeos nocturnos parecen haber cesado y el tiempo pasado en los refugios antiaéreos cada vez es menor; aun así, la vida seguía siendo muy difícil, especialmente para las mujeres que se quedaban cuidando de sus hijos mientras sus maridos seguían en el frente, incluso sabiendo que, en cualquier momento, podrían tener que afrontar su pérdida.

Con el objetivo que se mantiene siempre en todo el libro, el de ayudar a las mujeres, que son las que mantienen todo en marcha mientras sus hombres están batallando, surge la "campaña de reclutamiento" del Gobierno para ayudar en el esfuerzo bélico. Algo que muchas mujeres llevaban meses reclamando y deseando para hacer, simplemente, lo correcto. Así, nos adentramos en una trama que vemos más cercana a nuestra época; la de las mujeres trabajadoras en las fábricas de municiones, donde empiezan a verse las primeras desigualdades de género. Nuestra Emmy tendrá la oportunidad de conocer a una trabajadora y adentrarse en una de estas fábricas, despegar en su sueño de escribir reportajes sobre ello, y servir como canal de protesta. Será el comienzo de las primeras protestas a favor de los derechos de las mujeres trabajadoras (horarios interminables, dedicación en exclusiva, y cualquier ayuda para compaginar el cuidado de los hijos ya ni hablamos), que llegan hasta el día de hoy. Todo ello entrañando muchas dificultades, pero con un gran arrojo por parte de todos aquellos que participan en ello.

Aunque esta será la trama central de la historia, a su alrededor van girando otras tramas más personales que se quedaron en vilo en el libro anterior tales como su prometido, la evolución de la revista y sus compañeras de la operadora telefónica del servicio de bomberos; todas ellas bajo el clima de ternura, bondad y solidaridad imperante en Querida señora Bird, y enriquecido con la amistad verdadera de su inseparable amiga Bunty, quién es otro ejemplo de lucha en medio de la contienda.

Aquellos que hayáis disfrutado con "Querida señora Bird", no dudéis en leer esta segunda parte para cerrar alguna de las tramas que se quedaron inconclusas en el anterior, aunque no es condición indispensable haber leído el primero de la serie, puesto que, según da comienzo la historia, se insertan brevemente los antecedentes de las tramas para conocer el porqué de la historia actual.

Una vez más, una historia tierna, bella y de esperanza dentro de un mundo que amenaza con perderla.

Belén Flores