Lady Whistledown contraataca

Opinión:

Julia Quinn, Mia Ryan, Karen Hawkins y Suzanne Enoch, cuatro consagradas y clásicas autoras del género romántico, se unieron en 2003 para crear una ingeniosa antología titulada "Revista de sociedad de Lady Whistledown. Especial cotilleos". Su experiencia fue tan agradable que repitieron su idea un año más tarde con "Lady Whistledown contraataca".

Tomando como eje central al carismático, misterioso y admirable personaje creado por Quinn en su serie "Bridgerton", Lady Whistledown vuelve a tomar un invisible, e indispensable, protagonismo, al convertir cuatro relatos únicos en una historia consecutiva con distintos protagonistas a través de sus sarcásticos comentarios y sus instructivas e inteligentes críticas. Los fragmentos de sus entretenidas columnas, serán el punto de referencia que nos guiará a lo largo de cada uno de los relatos, iniciando así cada capítulo del tomo.

Tomando como referente la antología anterior, las autoras ubican temporalmente su obra dos años después de los acontecimientos narrados en "Revista de sociedad de Lady Whistledown. Especial cotilleos" o lo que es lo mismo, en el año 1816.

Es indudable que cada autora posee una pluma propia, con un estilo único de narración y descripción, mas si hay algo que poseen en común es la sencillez, el lirismo y la pulcritud que las une. El humor y el sarcasmo priman en cada uno de los textos, haciendo de la lectura un delicioso pasatiempo.

A pesar de que cada romance es independiente y autoconclusivo, sus tramas se conectan entre sí tanto por los espacios y tiempos, pues todos se encuentran inmersos en el mismo universo Quinn y a lo largo de los relatos interactúan entre sí, como por el punto de inflexión que marca el inicio de todas las historias tan llamativo y original como lo son un baile y el robo de una joya.

Este tipo de recursos permite que el lector se familiarice con todos los protagonistas de la antología, al mismo tiempo que recorre con ellos sus vidas a lo largo del tomo, de un modo y otro.

Las premisas satisfacen a todos los lectores del género, pues encontramos desde tópicos sociales como "amor prohibido por diferencia de clase o el deber" a otros más intensos emocionalmente como "perdonar una decepción" y "segundas oportunidades".

Cada una de estas premisas lanza, a su manera, una reflexión en donde se exponen daños emocionales causados por el paso del tiempo, la situación de la mujer en la época, el honor y el deber dinástico, las diferencias de clases, los protocolos y la influencia social o la hipocresía, entre otros. Todos y cada una de estas temáticas nos ofrece una visión costumbrista del siglo XIX inglés.

Los personajes son únicos y debido a su diversidad causan todo tipo de emoción en el lector. Al igual que sus historias, se relacionan entre ellos con sencillez y crean una combinación de caracteres explosivos. Hallando entre sus protagonistas a personajes tan contrapuestos entre sí. Algunos son orgullosos y amables, otros humildes y toscos. Unos poseen una fuerte libertad para expresar su pasión, otros se reprimen a ello por su moral. Así mismo, unos sienten anhelo de superación, mientras que otros se resignan a su destino. Unos desean resarcirse de sus errores pasados, al tiempo que otros se niegan a perdonar.

De este modo se origina un intrincado de personajes variopintos que enriquecen el relato y nos muestra una evolución de caracteres.

Si bien las historias son únicas y especiales, considero que, debido a la singularidad de su enfoque, el lector no termina de introducirse de lleno en la premisa ni conocer en profundidad a sus personajes como haría con una novela al uso. Esto se convierte en un hándicap para aquellos lectores que gustan de leer romances cuya evolución sea patente y relajada. A pesar de este pequeño detalle, debo reconocer que la antología me ha gustado mucho.

Una de las novedades que se integra en este volumen y aporta un toque de aire fresco y originalidad es el añadido del misterio e intriga que causa el robo de la joya al inicio del primer relato, pues a partir de ahí, las autoras juegan bien su papel para que todas sus tramas se encuentren tan bien hiladas que desorientan al lector hasta su final.

He disfrutado enormemente con la forma de relacionar las historias, escribir a ocho manos no debe ser fácil, dándole un toque personal y al mismo tiempo único. Del mismo modo, los romances que protagonizan cada relato son frescos y permiten leerlos de una sola sentada creando una embriagadora experiencia y sucediendo de tal modo que dejan con ganas de más.

Por todo ello recomiendo fielmente esta antología, con la que los fans de Julia Quinn van a disfrutar al reencontrarse con uno de sus personajes favoritos, mientras que los amantes de la literatura romántica se van a dejar seducir por cuatro historias cortas que guardan la esencia del género.

Marisa Costa