La vida póstuma

Opinión:

Me gusta mucho descubrir autores nuevos sobretodo si me causan tan grata sensación como lo ha hecho Pablo Sánchez. Aunque "La vida póstuma" no es su primera novela sí que ha sido la que me ha permitido descubrirle.

La novela me ha parecido muy buena. Se nota que su autor es filólogo. No sólo está bien escrita sino que la literatura forma parte esencial de su trama, es como un pequeño homenaje al mundo del libro y la lectura representado en la figura de uno de los personajes principales: José Arranz. Un personaje bastante enigmático. Un intelectural que de alguna forma llega a marcar la vida de sus hijos especialmente del mayor: Max quien llega a reconocerlo así como la presión que le causaba (para él era peor tener un padre intelectual que uno maltratador). Pero, al mismo tiempo, se nota que siente una gran admiración por él. Durante toda la novela tiene estos sentimientos encontrados de amor-odio hacía su padre.

La novela es como un gran monólogo en la que Max Von Sydow va exponiendo sus pensamientos. Él es la voz narradora. Ya desde el principio percibes una cierta atmósfera nostálgica, un poco triste, decaída, ambiente que llegas a entender al final de la novela cuando descubres el por qué Max es así, por qué se muestra tan especial a lo largo de toda ella. Por eso, "La vida póstuma" es una novela intimista, de un viaje hacia el interior, hacia los sentimientos más profundos que se ven marcados por la coyuntura exterior. Da la sensación, al leerla, que paralelamente al fin de siglo va decayendo la vida de Max y no es para menos después de todo lo que le ocurre. Es un personaje muy marcado por las personas que quiere: sus padres, su hermana Gloria, Alba...

Una coyuntura que transcurre en la Barcelona de finales del siglo XX. El retrato que se hace de la ciudad y de sus gentes es perfecto. Barcelona se convierte en un personaje más.

Pablo Sánchez tiene un estilo narrativo que cautiva al lector. Esta novela es adictiva, y cuando menos te lo esperas ya has llegado al final. La novela tiene mucho ritmo y agilidad. Pese a que el diálogo no es muy abundante esto no influye en esa agilidad y en dar acción a la trama. Es un estilo narrativo muy crítico con un puntito irónico.

"La vida póstuma" es una novela que vale mucho la pena leer. Es literatura de la buena y comparte con nosotros una historia que cautiva y mantiene el interés hasta el final.

Ysabel M.