La verdad sobre las piedras de Ica

Opinión:

Conocí a Félix Arenas por un libro de Yosip Ibrahim (Pepe Rosciano), amigo personal suyo, cuya ficha de "Yo visité Ganímedes" existe en Anika Entre Libros. Estuvimos carteándonos un tiempo al respecto y mantuvimos la relación por e-mail. Un día me sorprendió con su propio libro, del que es co-autor con María del Carmen Olázar Bengurría. El tema no podía ser más interesante ¿lo sería también el contenido? ¡Por supuesto!

Para empezar el argumento que he expuesto ya da buena cuenta de lo que significan estas piedras para la humanidad entera. Sólo por ello ya vale la pena estar informado. Además está narrado a modo casi de diario, por lo que es muy ameno, la información se queda fácilmente en la memoria (¡cuánto se agradece esto cuando uno se va haciendo mayor y va olvidando cosas a diario!)

Aunque para mí ya fue agradable leer el nombre de Yosip en el libro, quizás muchos de vosotros no le conozcáis, pero aquí también aparecen todos aquellos que se interesaron por las piedras de Ica y a los que, seguro, les ponéis cara. Leer sus palabras, sus opiniones, cómo reaccionaban ante las noticias, es como compartir con ellos esos momentos: Javier Sierra (quien además hace el prólogo de "La verdad sobre las piedras de Ica") o Fernando Jiménez del Oso (qué maravillosa experiencia compartir con ellos esa reunión tras saber los resultados tras su vuelta a España) son algunos de ellos (también aparece el nombre de J. J. Benítez)

Pero luego están los verdaderos protagonistas, las piedras, el doctor Cabrera y Basilio. Gracias a los autores de este libro repasamos la vida del doctor Cabrera desde que le regalan una piedra como pisapapeles y descubre la posibilidad de que existiera una humanidad anterior a la que conocemos. También conocemos a la gran familia de Basilio Uchuya, casi todos dedicados al huaqueo (extraer huesos, cerámicas, piedras, etc… del suelo y las rocas), e incluso a la familia del doctor Cabrera, como su hermana monja (la madre Isabel), su hija Eugenia, y su amigo Jochamowitz, su sucesor con las piedras.

María del Carmen Olázar y Félix Arenas dan cada detalle como lo encuentran o ha sido expuesto, sin inventar, sólo recogiendo información (que, repito, resulta amena) y dejando que el lector se haga preguntas. Por ejemplo, nos da la posibilidad de que existan tres tipos de piedras: las del doctor Cabrera, auténticas y muy antiguas; las de otros coleccionistas, auténticas y antiguas pero no tanto, y las que graban los campesinos para los turistas.

Las piedras de Ica son, junto a las líneas de Nazca y Palpa, las pirámides y otras curiosidades antiquísimas, verdaderos misterios todavía por resolver. Cualquiera de estos lugares y maravillas deben ser un sueño ante nuestros ojos, pero además en el libro nos narran cómo es estar ante el mar de fósiles, y creo que hasta yo me he sentido allí mientras lo leía.

Desde aquí, mi apoyo para que las piedras de Ica dejen de sufrir el peligro de los terremotos, sean tomadas en cuenta, se verifique, aclare y promulgue la antigüedad de la biblioteca de piedra del doctor Cabrera (ya fallecido), se protejan y sepamos de una vez por todas qué ocurrió en nuestra humanidad, aunque tengamos que cambiar los libros de Historia y debamos reconocer que no somos tan "grandes" como creemos, que antes de nosotros, estuvieron ellos, aquellos que trasplantaban cerebros y conocían la hormona antirrechazo. Si fue así, tenemos derecho a saberlo, y es nuestro deber proteger esas piedras.

Anika Lillo