La ventana de los cernícalos

Opinión:

"La ventana de los cernícalos" es una novela de género narrativa escrita por la periodista Ana Ruiz Echauri.

Me gustaría comenzar diciendo que la historia que la autora narra tiene su base real. Si buscáis a la autora en Twitter, podréis encontrar las fotos de los cernícalos que observaba anidar tras su ventana. Una historia preciosa y que mucha gente fue siguiendo. A raíz de ella nació "La ventana de los cernícalos", con dos historias paralelas de las que también emocionan y con un golpe fresco de esperanza y amor.

La manera de narrar de Ana Ruiz Echauri me ha parecido muy cercana y delicada. Ha sido todo un acierto ir alternando la historia de Sofía y los cernícalos junto a la de J y Ana. Dos historias diferentes, pero con un mensaje en común que ha conseguido ponerme los pelos de punta.

En "La ventana de los cernícalos" se trata un tema muy delicado como es el de la eutanasia y los derechos de las personas a decidir en un momento concreto de su vida y por su situación, tal y cómo le ocurre a J. El enfoque que la autora le da en todo momento a la historia me parece muy correcto y consigue que el lector pueda reflexionar sobre ello. La vida de J y sus sentimientos no es un tema fácil a tratar, detallar y mucho menos incluir en una novela, ya que puede suponer un arma de doble filo, tal y como le ocurre al propio J a través de su blog. Aun así, creo que la autora ha hecho un buen trabajo y que el mensaje que transmite se entiende perfectamente.

Paralela a la historia de J, tenemos la historia de Sofía y los cernícalos con su blog, pero también ella cuenta con un entresijo personal que el lector irá descubriendo poco a poco. En esta historia cobra especial importancia la visión de la vida de los demás a través de las redes sociales o un blog. En este punto se une en común la historia de J, con personas que comentan libremente sin conocer ni a uno ni a otro, porque al fin y al cabo, opinar es gratis.

Aunque ambas historias son muy diferentes están unidas por la misma situación, Sofía y J, de una manera u otra, son prisioneros y utilizan la ventana para sentir esa libertad que los pájaros tienen con sus alas y de las que ellos carecen. Para J, ver los vídeos y fotos de los cernícalos es un soplo de aire, y puede chocar ver cómo, para algunas personas, algo que puede ser tan insignificante como una historia en un blog, con sus fotos y sus vídeos, significa tanto.

Por otro lado, me ha resultado llamativa la referencia a las ventanas. Vivimos deprisa, sin darnos cuenta de que la acción de mirar por la ventana nos puede aportar algo bello y especial como la cría de los cernícalos o cierta sensación de libertad. Durante el confinamiento del Covid-19, las ventanas adquirieron mucha importancia. De pronto era necesario observar el exterior, sentir el aire y el sol en la cara, observar si había alguien en la calle o hablar con vecinos de ventana a ventana con los que hasta ahora apenas se cruzaban unas palabras. Las ventanas aportaron mucha felicidad y una sensación falsa de libertad, pero una vez pasado todo, han vuelto a ser las grandes olvidadas. Por el contrario, para mucha gente como J, es la única comunicación con el mundo exterior, sea la ventana física de la casa, o la metafórica de un ordenador a un mundo exterior, virtual pero también real.

La historia está amenizada también por unas pequeñas ilustraciones de los cernícalos, su nido y los huevos, por parte de Nuria Riaza.  Están realizadas en blanco y negro y transmiten la ternura, belleza y la majestuosidad que durante el texto se detalla de los cernícalos.

"La ventana de los cernícalos" contiene numerosos mensajes en los que merece la pena pararse a leer con calma y reflexionar, pero sobre todo quedarse con la idea de libertad, esperanza y amor.

Vane Gómez