La sombra de los sueños

Opinión:

Las novelas de Gonzalo Giner tienen un encanto especial, lo voy notando en cada una de ellas cuando las leo… son extensas, minuciosas, llenas de detalles, esa mezcla única de realidad histórica con pinceladas de ficción, que hacen que éstas deleiten a quien las lea.

No digo nada nuevo, pero son novelas de largo aliento, que se hacen cada vez más vertiginosas, rápidas de leer, dinámicas gracias a la ambientación de cada una de las locaciones (siempre me dan la sensación que estoy viendo una película cada vez que tengo una en mis manos), los datos técnicos e históricos bien documentados, personajes que puedes imaginar perfectamente y un relato que va a saltos de un período a otro, de una ciudad a otra, con diálogos inteligentes y capítulos que tienen la extensión justa para no cansar, pero para que te quedes con ganas de más y acabas devorando capítulos sin parar. Son obras muy redondas, que fácilmente llegan al lector o lectora y se te quedan reverberando un tiempo, hasta que las dejas ir y empiezas el siguiente libro.

En el caso de esta novela, creo que es la que tiene más acción y relaciona temas actuales con el pasado que en otras obras del autor: emires que tienen un poder económico inimaginable, persecuciones al límite, conspiraciones no solo de un país contra otro, sino también enigmas por resolver, rencillas del pasado, magia e incluso una ladrona de arte que tiene un legado familiar que defender y que le costará caro… porque a veces es peligroso soñar.

Y no olvidemos uno de los temas recurrentes de nuestro autor, que además es veterinario, y ahí es donde da rienda suelta (¡nunca mejor dicho!) a su amor por la naturaleza y a los animales…

En este caso, el protagonismo es para los caballos, pero sobre todo de Shujae, la yegua favorita de Saladino, personaje esencial en la trama de esta obra, debido a la obsesión que tiene el emir Jalid bin Ayub de clonarla, pero no solo eso, sino que intentará por todos los medios hacer que el Islam vuelva a tener el mismo lustre que en la época de Saladino, y hasta ahí voy a llegar, porque no quiero destripar la trama, que tiene visos de ciencia ficción y romance por partes iguales. Os sorprenderá.

La verdad es que se disfruta mucho la novela, quizás en las partes más técnicas se te atasca un poco la fluidez, pero no se nota, porque siempre hay algo que te atrapa: los saltos al pasado, la conquista del emir a la ladrona de arte, las conspiraciones diversas (ciencia, política, poder, sentimientos), el siglo XII, las Cruzadas, la Guerra Santa y Saladino, que está tan maravillosamente bien retratado, que parece que hemos viajado en una máquina del tiempo.

Pero no es solo eso, el trabajo intenso de darle credibilidad a la historia gracias a unos personajes sólidos, muy bien descritos física y emocionalmente, que le dan el peso a la trama, aunque a veces tomen decisiones equivocadas… tal como si fuesen personajes reales. Eso es lo que encanta de Gonzalo Giner, nos deja ponernos en la piel de gente del pasado, gente del presente, siempre coherentes con su condición física, social, económica, política, e incluso, religiosa, como en este caso.

Además hay un buen puñado de tramas y subtramas que han sido bien hiladas, como si fuera encaje de bolillo, que al principio parece que no encajan las piezas, pero si, todo, absolutamente todo, al final de este largo periplo, encaja perfectamente, como un guante. Incluso he de añadir y casi que termino con esto, esta historia puede ser el inicio de una saga, porque tiene todos los ingredientes para serlo…

Es una novela que disfrutaréis de principio a fin, un thriller que no dejará indiferente a nadie, porque hay sueños que no deberían ser soñados... ¡recomendadísima!

Carol Inabé Barba