La serpiente roja

Opinión:

"La serpiente roja" se mueve en dos voces literarias que son a su vez dos líneas temporales que son unidas por ese extraño símbolo que, al parecer, es la insignia de una organización oculta.

La primera tiene lugar en el momento de la creación de los templarios en el s.XXII y tiene como figura destacable a San Bernardo de Claraval. La otra sucede en la época actual. Es una fórmula que tal vez se está usando en exceso en la novela histórica últimamente.También es bastante recurrente que los personajes tengan una situación económica desahogada para poder permitirse viajar y faltar al trabajo por sus investigaciones. Y también lo es la conexión con el judaísmo bíblico y el catolicismo.

En la más reciente Pierre, un periodista venido a menos y Margot, una reputada medievalista, se unen para intentar esclarecer el misterio que rodea el asesinato de Madeleine, una bibliotecaria que proporcionó a Pierre un legajo que consistía en unos documentos que parecen carecer de la mayor importancia y no encajan en el departamento de manuscritos antiguos. 

La trama presenta varias incongruencias históricas, puede que se haya sacrificado un poco el rigor para dar más emoción a la novela. Se les da más poder a los Templarios del que realmente tenían y con una posterior desvirtuación que sufren en aras de llevar a cabo una venganza. Se hacen un poco de lío con la dinastía de los merovingios y con el origen de la saga Rex Deus. No quiero ser más específica para no revelar detalles de la trama. Salvo esas pequeñas cosas, es bastante consistente.

La obra en conjunto es agradable, fácil de leer, con diferencias estilísticas lógicas entre ambos periodos, siendo el primero más ágil y directo y el segundo más recargado y arcaico. El misterio está bien llevado, entretiene, da giros interesantes y, en mi opinión, el final es un tanto flojo. Aunque, a veces, las conexiones están un poco cogidas con pinzas. Por regla general, Margot y Madeleine, pese a que la aparición de la última es muy breve, suelen demostrar más personalidad, empuje y resolución que Pierre, el protagonista. También están otros personajes como Vaugirard, la mezquindad hecha bibliotecario. Y Gabriel d'Honnecourt, un misterioso judío que afirma estar emparentado con las antiguas dinastías rabínicas de Israel. 

Pese a los puntos que comparte con otras novelas de su género y los deslices que notarán los lectores versados en historia, "La serpiente roja" es un libro que aprueba y que proporciona una lectura amena y directa. 

Noelia Montalbán