La niña santa

Opinión:

Daniel Blanco Parra nos presenta "La niña santa", su séptima novela. Este autor onubense es, además de escritor, periodista y conferenciante. Algunas de sus novelas son "El secreto del amor", "Como era en un principio" o "Los pecados de verano".

Consuelito, una niña nacida en el seno de una familia bastante acomodada, vive con su madre viuda, tres hermanos varones y Agustina, una criada que es mucho más que eso para ella. Nació en 1934, a tan sólo dos años de la Guerra Civil Española. En uno de los ataques aéreos en 1938, ella y su familia se esconden bajo la cama para refugiarse de las bombas, pero Consuelito se asusta y sale de la cama huyendo. Su madre y hermanos corren tras ella y en ese preciso momento, una de las bombas cae en la habitación donde hacía segundos que se encontraban.

En ese momento la madre tiene una revelación, está convencida de que es un milagro y es su hija la que lo ha hecho posible, con lo que la da a conocer a el mundo como la niña santa.

A partir de ahí, obliga a Consuelito a vestir con una túnica blanca hasta los 18 años, la educa en el más puro cristianismo, privándola de lo propio de la infancia, reza durante horas todos los días y la aparta de los demás niños con el pretexto de que tiene que prepararse para una vida dedicada a los demás, a Dios y a la Iglesia, por lo que, desde bien joven, a la edad de 14 años, ingresa en un convento para convertirse a monja. ¿Es lo que realmente desea Consuelo? ¿Acabará sus días dentro del convento? Todo esto y muchísimo más es lo que descubriremos al leer este fantástico libro.

"La niña santa" es una historia real, por lo que podríamos calificar el libro de historia novelada. Describe con gran precisión las costumbres de los pueblos de España en esa época, tan arraigados a la iglesia y al cristianismo, donde los vecinos y vecinas estaban tan al tanto de las vidas de los demás como de las suyas propias. El cura tenía un papel importantísimo, su opinión era muy relevante a la hora de tomar decisiones fundamentales.

Blanco le otorga a cada uno de sus personajes un protagonismo excepcional, cuidándolos al máximo.

Todos tienen su papel fundamental en la historia de Consuelito. Cabe destacar el de Agustina, la criada, que era como una madre para la niña, puesto que complementaba a su verdadera madre, dotándola de todo el amor y el afecto que no tenía de ella. De una recibe la educación y la severidad, moldeando a Consuelito a su imagen y semejanza, en cambio, Agustina, hace que la infancia de la niña fuera más feliz, consintiéndola en todo lo que la madre le prohíbe, a escondidas. Agustina es un personaje maravilloso que, a pesar de no tener estudios, sin saber leer ni escribir, es la persona con más juicio y sentido común del libro. Gracias a ella Consuelito vivió momentos propios de una niña, y ella fue también la que más sufrió por ella, sobre todo con su entrada en el convento.

En cuanto a su estructura, el libro se divide en tres partes fundamentales. Comienza en 1938 y finaliza en 2021, comprendiendo la infancia, juventud y vejez de Consuelo. Escrito en un lenguaje sencillo, con bastantes diálogos, es fácil de leer por lo que se hace muy entretenido.

La novela es muy sentimental, envolvente, tiene momentos muy emotivos durante todo el libro, especialmente en la última parte, en la vejez de Consuelito y de sus hermanos. Me ha encantado esta historia, y con el punto a favor de que es una historia real, contada de una forma muy especial, perfecta para aprender cómo era la vida durante la guerra, la posguerra y cómo ha cambiado tanto la vida hasta el día de hoy.

Judith L.