La memoria del tejo

Opinión:

"La memoria del tejo" es una novela que parte del secuestro de una adolescente con circunstancias peculiares, tanto por su limitada duración, como por la amnesia inducida y también por la distancia hasta el lugar de la liberación, para desarrollar una historia que está ambientada en una parte concreta de Asturias, colindante con Cantabria, con algunas escenas en Gijón.

Tal vez el título aporte información añadida a algunos lectores, no ha sido así en mi caso, aunque al final sí he entendido la idea de esa referencia, "Un misterioso secuestro en el Oriente de Asturias" (por cierto, en el interior del libro es diferente), ya que en el epílogo se manifiesta de manera rotunda el ánimo de continuidad, de convertir esta novela en el inicio de una saga, por parte de la autora.

Ahora bien, que nadie piense, mientras va leyendo la novela, que eso fuese una mera continuación, pues, tal como se planeta, más bien sería una derivación a cargo de algunos personajes que han participado en esta historia.

Desde el principio, la investigación se mueve entre la vaguedad de los indicios y la necesidad de dar captura al criminal más pronto que tarde. Algunas pistas, dejadas caer por ahí, como si nada, tanto pueden ser cruciales como simplemente circunstanciales, lo que también ocurre respecto a los sospechosos que van desfilando. Entre medio, se intercalan algunos fragmentos de capítulo protagonizados por el secuestrador, pero con la mínima información, puesto que sólo aparece lo que ya se conozca de antemano.

A lo largo de la historia van quedando algunos flecos sueltos, como un personaje anónimo, al menos inicialmente desconocido, que tiene una participación fugaz; también resulta extraño que un personaje haya estado unos meses en la cárcel, sin que se indique si tenía o no condenas anteriores; otro detalle sería el motivo de que los secuestros duren un par de días hasta la liberación de las adolescentes, que podría tener una relación con la vida cotidiana del secuestrador, pero no se manifiesta nada al respecto; como también resulta extraño el proceder del secuestrador, con una escaleta de tiempos que no se ve razonable, así como la rapidez de lo que parece su método de dormir a su víctima.

Como típica novela de género negro, hay unas cuantas muertes, normal que ocurra así para que haya caso complicado, pero alguna me ha parecido gratuita, algo así como una manera de deshacerse de un personaje, así por las buenas o porque sería un estorbo más adelante. Pero, bueno, es lo que hay.

Aparte esos elementos que me han desubicado en algún momento, la novela mantiene el interés del lector por saber lo que sucederá y cómo se podrá resolver el caso, aunque también es cierto que me ha sobrado el epílogo.

Selin