La memoria de Lucifer

Opinión:

Cada autor convierte el grial en lo que necesita para su novela, y cada autor utiliza el personaje de Lucifer de la forma que mejor le va para su argumento. Que el grial no se sepa realmente qué es, o que Lucifer aparezca como el ángel que nos regaló la conciencia no vende; a Lucifer hay que tratarlo -a ser posible- en literatura para el género de terror, para que la novela sea efectiva o, al menos, para que produzca inquietud y momentos terroríficos. Patrick Ericson hace uso de este Lucifer narrativo, el del ángel caído convertido en demonio, con su legión de demonios comandados por la mismísima Lilith, para que "La memoria de Lucifer" contenga dosis de terror.
 
Aunque podríamos asegurar que la novela es más de misterio que otro género, hay unas tres o cuatro escenas más macabras o terroríficas. Quizás se quedan cortas para ser novela de terror, pero es que cuanto más leía "La memoria de Lucifer" más claro me quedaba que el autor no buscaba eso, si no un cóctel de misterio, acción, intrigas, aventura y terror. Además, si lees el prólogo de Sergio González Ros verás que estamos de acuerdo en que esta novela es puramente entretenimiento.
 
Para mí hay muchas cosas cogidas con pinzas especialmente para crear una historia, es decir que parece un puzzle realizado de varios puzzles, y eso no me convence del todo como lectora, pero también es cierto que ha habido una intención de crear algo muy complejo que difícilmente podría convertirse en el tapiz perfecto, aunque la idea es buena desde el principio. Y es que no podemos olvidar que es novela y ficción. Pero también como lectora amante del terror hay varias escenas impagables, por supuesto macabras o terroríficas, que me han encantado.
 
La impresión al leer "La memoria de Lucifer" era la misma que sentía antes cuando veía películas realizadas para televisión en la sobremesa pero con el añadido de la etiqueta "terror", esas que contienen escenas no aptas para menores de edad y que podíamos disfrutar para olvidarnos del trabajo una hora larga, sólo que en el libro ese entretenimiento dura bastante más.
 
Fascinante sí resulta la idea principal, que todo sea un "sueño" de Lucifer, algo de lo que se nos avisa prácticamente desde el principio y que te hace reflexionar durante la lectura sobre esas teorías de que vivimos mundos irreales como Matrix. 
 
Donde yo le daría un repaso es a cierta tendencia del autor a contar la historia como si nos la contara durante un café sin preocuparse de esos pequeños detalles que no la hacen lírica, si no más bien una historia entre amigos contada sin excesivas preocupaciones. Esta vez, eso sí, se ve más trabajado ese aspecto, mucho menos visible.
 
Anika Lillo