La leyenda del rey errante (infantil)

Opinión:

Basándose en personajes reales -que no siempre coinciden en el tiempo- y ciudades que existieron, Laura Gallego recrea una historia de aventuras marcada por la culpa y el deseo de redimirse en la persona del príncipe (más tarde Rey) de Kinda. Y aunque lo hace para niños de 12 años en adelante, lo hace estupendamente (esto hace que me pregunte por qué la Literatura infantil-juvenil no está igual de bien vista que la de adultos). Su inicio con las casidas, los certámenes de poesía y el cambio del príncipe llamarían la atención tanto de adolescentes como de adultos, y creo que esto se debe a que Laura Gallego escribe muy bien y tiene mucha imaginación. No en vano "La leyenda del rey errante" fue Premio Barco de Vapor 2002.

Cada capítulo marca una pieza fundamental en la historia de Walid ibn Huyr quien, para bien o para mal, encontrará a un personaje que marcará su camino, detalle éste que hace muy interesante la lectura.

La novela tiene unas descripciones muy bonitas y certeras, una trabajo de investigación a sus espaldas, muchas aventuras, un lema que encontrará cada cual cuando lo lea, una evolución en su personaje principal muy significativo, algunas sorpresas, imaginación desbordante y un final muy emotivo.

Laura Gallego no necesitó escribir una casida para poder describir lo que ésta transmitía, y sólo he leído sobre dos alfombras que llamaran mi atención profundamente; una aparecía en "Sortilegio" de Clive Barker, y la otra está en "La leyenda del rey errante", y siento mucho decir a los fans de Barker que Laura Gallego ha construido una alfombra muchísimo más interesante que la de "Sortilegio" (a pesar de que uno escriba para adultos y otra para niños y adolescentes); si cabe, la de La leyenda del rey errante es mucho más alucinante por lo que transmite (aunque para diferenciarlas podríamos decir que la de Sortilegio es fantástica y la de Gallego es futurista).

Debo decir que cuando me quedaban unas cien páginas para terminar era de noche, muy tarde, y tenía que madrugar, pero la curiosidad me pudo y aquella noche dormí cinco horas. Valió la pena terminar la novela aunque al día siguiente no podía con mi alma porque tenía un día muy completo y estresante. Niños que os guste leer, no os perdais esta novela, que no os asuste la cantidad de páginas, la historia os encantará.

Anika Lillo