la isla de los cazadores de pájaros

Opinión:

Puede que muchas veces me acerque a un libro por su portada, por su argumento o quizá por su llamativo título, como me ha ocurrido con "La Isla de los cazadores de pájaros"... Leída a posteriori su sinopsis, aún me atrajo más. Sentía curiosidad por saber cómo había tratado Peter May una historia de investigación en una zona peculiar como son las Higlands escocesas.
 
Peter May nos acerca la trama desde dos épocas distintas. Tendremos por un lado la investigación de dos casos de asesinato que parecen tener relación cuando están separados por unos cuantos kilómetros, pero el modus operandi parece coincidir. Eso llevará al protagonista a visitar la que fuera su población de la infancia y encontrarse con viejos amigos. Y es aquí cuando el autor nos traslada a esa época para que vayamos conociendo la localidad, sus alrededores y las amistades y personas que la habitaban.
 
Así podremos ver una parte de la sociedad escocesa, aquella que está en cierto modo aislada en las islas del Norte, las Tierras Altas, y su particular idiosincrasia, en temas como la religión, la docencia e incluso las tradiciones. Haciéndose los lazos de amistad entre los jóvenes del pueblo y sus diferentes rivalidades parte de lo que devendrá en la trama más actual y del conocimiento de un secreto que se ha guardado hasta nuestros días.
 
Un protagonista ante una situación de derrota, tras haber perdido en pocas fechas a su hijo por un accidente y que ve como su matrimonio hace aguas. Y ve en la investigación una manera de romper con su antigua vida. Eso sí, echando mucho de menos la anterior. Pero cuando debe tomar la decisión, lo hace sin contemplaciones. Fin, que así es el diminutivo del nombre gaélico del protagonista, debe enfrentarse además, a los amigos del pasado y a algunos demonios. Con lo que su parte psicológica pende de un hilo para no perder el equilibrio emocional.

Y en la parte final, cuando comienzan las sorpresas y cuando ya tenemos todas las cartas encima la mesa, cuando todas las mentiras y secretos se descubren, es entonces cuando May se saca de la manga el último as y cierra la última frase dejando al lector con una medio sonrisa en la boca y demostrando que cuando un escritor quiere, él es quien lleva la mano de la partida.
 
No será el mejor libro de novela negra de la historia, ni quizá de la década, pero sí que este año lo marcaré como uno de los míos. Me ha hecho querer saber más del pueblo escocés, de la historia de Fin y sus amigos y por supuesto, conocer el secreto que guarda la isla de los cazadores de pájaros.
 
Fernando Martínez Gimeno