La isla de las últimas voces

Opinión:

No soy muy partidaria de los calificativos pero si hubiese que escoger al "rey" de la novela negra en España uno de los candidatos sería Mikel Santiago. Yo no soy muy lectora del género negro pero, tanto él como otros autores, han logrado que me entre el gusanillo y que no quiera perderme ninguna de las novelas que publican.

La última que acaba de publicar se titula "La isla de las últimas voces", una novela que, a medida que vamos llegando al final, se vuelve más y más adictiva y te genera un estado de ansiedad y nerviosismo porque quieres saber ya cómo va a acabar todo, qué es lo que les depara a los protagonistas. A mí me gusta que una novela, una trama mejor dicho, genere esta sensación porque me hace vivirla de una forma más intensa. Hace que me sumerja en ella y sienta en mi piel lo que sienten los personajes. Aquí es donde radica una de las cualidades de Mikel Santiago: lograr que el lector empatice con los personajes y no sea un mero espectador sino que se convierta, de alguna forma, en parte de ellos.

Mikel Santiago es muy bueno a la hora de crear tramas. En esta novela va logrando un clima que, poco a poco, va volviéndose más asfixiante. Le ayuda mucho la atmósfera que ha creado: una isla pequeña, alejada del continente, sometida a una dura tormenta que dura ya días y que la deja incomunicada pese a estar en Navidad. Los pocos habitantes que no han podido coger el último ferry van a ser protagonistas de unos días muy duros. Unos días de auténtica locura. El detonante de todo esto será una caja.

Sí, pero no será una caja cualquiera. Ésta ha aparecido flotando en alta mar y ha sido recogida por unos pescadores. La caja iba en el almacén de un avión militar que ha sufrido un accidente. Tan sólo hay un superviviente: Dave. Él será uno de los narradores de la novela. Hay un doble lenguaje en la voz narrativa: los capítulos protagonizados por Dave están narrados en primera persona, es él quién va contando su historia y lo que sucede al lector. Los otros están narrados en tercera persona.

Los capítulos son cortos. Mikel Santiago, a diferencia de otros autores, es un escritor al que le gusta el diálogo. Éste predomina sobre el texto puramente narrativo. La mayor presencia del diálogo implica que la novela tenga un ritmo frenético. Las novelas de Mikel Santiago son muy peligrosas. Como se te ocurra coger una sólo para darle una hojeada vas a cometer un error (pero del bueno) ya que no vas a poder dejar de leer. Su estilo narrativo te atrapa. Sabe muy bien cómo manejar la trama, cómo ir generando tensión y aumentarla a medida que nos acercamos al final.

Otro punto clave son los personajes. En "La isla de las últimas voces" son muchos los que aparecen, es una novela coral diría yo. Sin embargo hay dos que destacan: Dave y Carmen. Dave es el piloto del avión, el único superviviente. Ingeniándoselas logrará llegar a la costa pero lejos de sentirse a salvo va a suceder todo lo contrario. Me ha parecido un hombre fuerte, empeñado en cumplir su misión.

Junto a él está Carmen. Es una española que vive en la isla. Carmen tiene un pasado bastante doloroso. Junto a Dave tratará de poner fin a toda la locura que genera la caja.

Quiero destacar también a la comunidad que vive en la isla. La tormenta, la incomunicación que les genera, les vuelve locos. Destaco a ese grupo de fanáticos religiosos. La comunidad de St. Kilda es un poco cerrada, está marcada por su situación geográfica, este aislamiento aumentado por la tormenta. Estas condiciones son, en parte, responsables de lo que ocurre, de la forma de actuar de algunos de ellos. St. Kilda es un lugar especial, para nada será una isla pacífica, idílica, más bien es todo lo contrario.

Lo cierto es que a nivel de personajes Mikel Santiago siempre los crea buenísimos. Todos ellos tienen rasgos o reacciones que te sorprenden y que no esperas.

"La isla de las últimas voces" es una de las apuestas del año. No sólo te hace pasar un rato increíble sino que disfrutas porque tiene una base literaria de calidad. Mikel Santiago es un autor de plena confianza así que no puedo más que recomendar esta última novela.

Ysabel M.