La edad del vicio

Opinión:

"La edad del vicio" comienza desde el punto de vista de Ajay, un criado fiel que ha entrado en la cárcel para encubrir el delito de un millonario por orden de joven al que sirve. Con un gran desarrollo de personaje, que es reflejo de una realidad de la India, leemos sobre sus primeros días en la cárcel para luego pasar a contarnos su pasado y cuál fue su trayectoria desde un chico vendido por su madre para saldar una deuda hasta criado de Sunny Wadia, el heredero de una familia muy poderosa. Es una vida de servicio y de hacer lo que sea por complacer y ganar seguridad, pero a un precio muy alto.

La historia salta a otro actor importante bastante rápido antes de centrarse en Neda, aunque nunca deja a Ajay del todo. Periodista desencantada e hija de una familia de clase alta, Neda está bastante desubicada y se siente atraída por Sunny Wadia como un imán. Tanto, que ni siquiera le importa la dualidad de ser una periodista que denuncia las injusticias y la especulación inmobiliaria de día y salir de noche con alguien cuya familia tiene claramente trapicheos mafiosos de todo tipo y que basa sus castillos en el aire en los terrenos donde se está desalojando a los pobres.

Nuevamente, en Neda encontramos un desarrollo de personaje brutal y una realidad distinta de la India: una chica de casta alta pero de familia en decadencia, capaz de reconocer las injusticias y hablar de ellas, pero también de ser pasiva e ignorarlas en favor de su propio bienestar. Pero ese mundo en el que entra puede llegar a destrozarla y absorberla por completo. Una vez más, el precio es muy alto.

Finalmente, se centra todo en el eje de la trama, el propio Sunny Wadia, otro personaje con mucho desarrollo. Ya habíamos tenido muchas pinceladas de lo que nos íbamos a encontrar cuando se hablaba del resto de personajes, pero de pronto pasamos a su punto de vista y a un desarrollo psicológico más profundo.

Hijo de un mafioso que quiere hacer de él alguien duro e inflexible, él lo que desea es todo lo contrario. Busca el arte, tiene sueños de construir y crear algo nuevo, de ser algo más allá de su padre, pero a la vez lo que desea es complacer a su progenitor. Debido a esas dos fuerzas que tiran de él, tiende a darse a todos los vicios, a rodearse de aduladores y a buscar brillar fuera de la órbita de su padre.

Se aferra a sus planes de escapar, a Neda y a un nuevo amigo, y la noche que lo cambiará todo tomará una decisión que alterará drásticamente el curso de su vida. Después, tendrá que hacer frente a las consecuencias, lo que conducirá a una espiral que no puede acabar bien.

Al haber tantos cambios de tiempo y de personaje, volviendo a lo mismo con otros puntos de vista, podría pensarse que se vuelve todo repetitivo, pero no es así. No obstante, sí que hay partes más lentas y poco interesantes, sobre todo las referentes a los pasados de algunos personajes, que ayudan a ponerlos en contexto pero a un precio alto para el lector, que puede cansarse de esas partes. Aun así, los tejemanejes políticos y mafiosos, las corruptelas, el vicio desencadenado y los personajes tan bien desarrollados lo compensan.

El final, por otro lado, brilla en su planteamiento pero falla en su ejecución, enmarañándose y precipitándose todo. Quedan además bastantes cosas en el aire; yo desde luego me quedé con ganas de saber qué pasa después. En algunos mentideros se lee que el libro tendrá continuación, habrá que estar pendientes.

Déborah F. Muñoz