La casa del padre

Opinión:

Me gusta muchísimo la literatura vasca e ir descubriendo nuevas voces. Karmele Jaio es una de ellas, aunque ha escrito ya varias novelas, la primera titulada "Las manos de mi madre" fue premiada con el premio English Pen Award cuando fue traducida al inglés y, ello, es un buen ejemplo de la calidad que tiene como escritora, al tiempo que una garantía para su última novela: "La casa del padre". Una novela intensa, que no te deja fría, sino todo lo contrario y en la que todo gira en torno a la masculinidad, qué es  y cuál es, realmente, su papel.

"La casa del padre" no es una novela de acción, sino de personas, de personajes y sentimientos. Son tres sus protagonistas, tres personajes que van alternando su protagonismo en cada capítulo: Ismael, su mujer Jasone y su hermana Libe. De ellos, es Libe quien tiene una presencia menor pero no por ello menos intensa. Ismael es un escritor que está atravesando una crisis creativa, para tratar de superarlo empieza a escribir una novela ambientada en los años 80 en la que el conflicto vasco tiene una presencia clave, el problema es que él prácticamente no ha vivido esta situación, sino que ha sido su hermana Libe. Ismael está inventando una realidad y ello hace que le cueste más escribir. Empieza a tener pesadillas y a obsesionarse por un caso de violación y asesinato que ha tenido lugar. Y a esta crisis creativa se une la matrimonial. Él está casado con Jasone, una bibliotecaria, pero la relación entre ambos es cada vez más distante, sobre todo desde que se fueron sus hijas. Sí, hablan y pasan momentos juntos en casa pero la complicidad que había antes se ha esfumado.

Libe es un punto de unión entre los dos. Es la hermana de Ismael y gracias a ella conoció a Jasone. Libe siempre ha sido una mujer poco convencional: rebelde, cercana a ideas abertxales, lesbiana... Hace tiempo que no vive en España, sino en Berlín con su compañera. Tan solo regresa por un motivo familiar grave. De los tres, solo Jasone es la voz narrativa en los capítulos que protagoniza. Es un personaje, este de Jasone, con muchas sorpresas y cuando acabas la novela llegas a dudar sobre quién de los dos tiene más protagonismo o lleva el peso de la novela: Ismael o ella. Cuando empiezas es Ismael quien capta tu atención, pero una vez aparece Jasone empieza a cambiar la perspectiva.

En "La casa del padre", debido a la profesión de Ismael y Jansone, hay muchas referencias literarias. La literatura está muy presente, algo que me parece genial. Es otra más de las múltiples sorpresas y lecturas que tiene esta novela. Y personalmente, es algo que siempre me ha gustado, todas estas referencias literarias que aparecen en esta novela son a su vez pequeños homenajes literarios y un buen ejemplo de que, como a veces, la literatura puede influir en nuestras vidas.

Karmele Jaio tiene un estilo narrativo muy peculiar. Me ha parecido intenso, sabe cómo lograr que el lector conecte con los personajes y que estos le transmitan tantas emociones que es difícil olvidarlas nada más cierras el libro. "La casa del padre"es de esas lecturas que no olvidas fácilmente que, incluso días después, sigues dándole vueltas. Me gustan mucho esta clase de novelas porque van más allá de unas páginas. Karmele Jaio es una autora a la que no se le debe perder de vista, me ha soprendido muchísimo hasta el punto de querer leer lo que ha publicado antes.

Por eso, es una novela que recomiendo muchísimo. Una de las grandes sorpresas de este recién iniciado 2020. Es francamente buena y mi consejo, también, es que no os quedéis solo con ella, sino que descubráis las otras que tiene la autora si aún no lo habéis hecho.

Ysabel M.