La amante de Wittgenstein
Título: La amante de Wittgenstein
Título Original: (Wittgenstein's mistress, 1988)
Autor: David Markson
Editorial:
Sexto Piso
Colección: Narrativa Sexto Piso
Copyright:
© 1988, David Markson
© 2022, Editorial Sexto Piso, S.A.
© 2022, de la traducción: Mariano Peyrou
Edición: 1ª Edición: 2022
ISBN: 9788418342875
Tapa: Blanda
Etiquetas: recuerdos anécdotas apocalipsis fin del mundo arte ciencia ficción distopía cultura Historia narrativa literatura estadounidense novela reflexiones existencialismo artistas especulación museos soledad humanidad
Nº de páginas: 260
Argumento:
Kate puede ser la última persona en la Tierra, y para consolar tanta soledad escribe a máquina, del modo más tradicional, el aluvión de recuerdos y reflexiones sobre sí misma y una humanidad que ya no parece existir. Gran amante del arte, recorrerá todo el mundo realizando el sacrilegio iconoclasta -dotado de un claro poder simbólico- de quemar obras de arte inmortales de lugares como la National Gallery o el Metropolitan con la única intención de calentarse durante el invierno. Una novela que nos habla de la soledad, el valor de la cultura en la sociedad y lo inalcanzable de una verdadera felicidad.
Opinión:
Kate es una pintora que escribe al tiempo que vagabundea por los más famosos museos del mundo: el Metropolitan, el Louvre, la Tate Gallery o la National Gallery con la doble intención de admirar los vestigios de la civilización y medir sus propios logros con los de los grandes maestros. El viaje de la narradora es un peregrinaje existencial por los grandes logros de la humanidad desde su mente, que a veces nos puede parecer original e incluso genial y en otros simplemente enferma.
"La amante de Wittgenstein" es una novela existencial-distópica que pertenece al club exclusivo de los textos que fueron continuamente rechazados, y que cuando por fin una editorial se decidió a publicarlo se convirtió en una obra de culto, que sin ser un bestseller ha encandilado a muchos buenos lectores. La leyenda dice que fue rechazada más de quince veces, y en internet puede encontrarse fotografía de la hoja en la que David Markson (1927-2010) iba anotando el nombre de las editoriales que ignoraban el manuscrito. La decisión del autor de no ofrecer un origen claro de por qué las cosas han ocurrido como lo han hecho tiene que ver con esa dimensión especulativa y existencial que el autor pretende explotar, alejándose con esa decisión de géneros lindantes como el de la ciencia ficción distópica. El escritor tiene un talento especial para comunicar mediante sus palabras -cabe destacar también el trabajo de traducción de Mariano Peyrou para la edición de Sexto Piso- esa soledad que quiere retratar en la obra.
Hay una voluntad de estilo clara y patente, pues David Markson muestra que le importa tanto el contenido como la forma de lo que escribe. Contando con una narradora que se encuentra completamente seducida por el mundo del arte, la narración se encuentra salpimentada con anécdotas de la vida de los artistas, desde Cézanne a Kooning, de Rembrandt a Da Vinci.
He disfrutado especialmente con los paralelismos entre el pasado de la narradora y el de la humanidad, y la manera en que Markson hace que ambos converjan en la mente de Kate. El libro es por tanto una recomendación clara para quienes disfrutan de novelas en las que hay un yo desgarrado, una especulación filosófica-existencialista y ese tono entre apocalíptico y visionario que tan buenas obras ha dado ya a la literatura.
Rafael Ruiz Pleguezuelos
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