La alumna

Opinión:

En "La alumna" se unen dos elementos muy actuales: la violencia de género y la manipulación independentista. Por más que sea el escenario sea una relación con destellos románticos y abundantes escenas eróticas, el trasfondo enciende el ánimo una y otra vez.

La trama enfrenta dos mundos separados: la burguesía catalana, con unos valores anclados en el feudalismo, contra la gente anónima, representada aquí por una hija de inmigrantes quienes, hagan lo que han por integrarse, siempre serán menospreciados, al igual que el resto de la ciudadanía, a la que se intenta adoctrinar un día sí y otro también.

Aunque visto así parece un panfleto político, eso es solamente la circunstancia social actual, con el añadido de la reinterpretación de hechos históricos, algo a lo que ya estamos demasiado acostumbrados, según sus propios intereses de clase dominante, aunque en esta novela son contrastados con los documentos reales, extraídos de la bibliografía citada al final del libro.

Lo que realmente muestra la novela es una mujer atrapada en una relación perniciosa y muy tóxica, que destruye su dignidad y amenaza su propia cordura. Lo que empieza como un sueño romántico se convierte pronto en una aciaga pesadilla de la que Mariela no quiere despertar porque ella misma está dispuesta a darlo todo por unos cada vez más escasos momentos felices.

Es una víctima que reconoce, pero evita transformar su situación, que excusa cada insulto y cada vejación, pues siente que, si rompe la relación, no le quedará nada, ella misma no será nada.

María Zabay ha compuesto una historia llena de sentimiento, con una protagonista a la que no cabe compadecer, sino animarla a que vuelva a ser persona y deje de doblegarse ante una fantasía que la destruye día a día

En mi consideración, "La alumna" es una muy buena novela, recomendable tanto por mostrar una realidad social conocida por una inmensa "minoría" callada, aunque rechazada por la exaltada "mayoría" independentista; como, y mucho más importante porque esa es la realidad íntima de las personas, por adentrarse en los entresijos de una relación manipuladora y destructiva.

Selin