Jules

Opinión:

"Jules" es una novela que no parece una novela. ¿Que por qué digo esto? Porque, mientras leía, podía ver cada escena del libro en mi cabeza, como si se tratara de una alegre y divertida película de Hollywood, con sus utópicos decorados, una iluminación perfecta para cada momento del día y colores exóticos en cada lugar en el que se posen las miradas.

Ante todo, diría que es una novela que contagia alegría. Y eso es algo maravilloso en un mundo en el que toda la literatura parece querer rompernos el corazón. Pero no os mentiré: esta historia también tiene alguna parte de la trama teñida de un tono más oscuro. Violaciones, personas sin motivaciones o maltrato animal son algunos de los temas que se pueden encontrar entre estas páginas. Sin embargo, el autor los difumina de una manera tan dulce que parecen transmitir una queja lastimera contra el sistema, al mismo tiempo que dos voces -las dos que narran la historia- proclaman la existencia de un futuro feliz.

Son esas mismas voces las que se diferencian con mucha claridad (y todo escritor sabrá lo difícil que es diferenciar un estilo masculino de uno femenino, tanto lingüística como psicológicamente). Y al mismo tiempo, son ellos -Zibal y Alice- quienes encuentran su nexo en la cara más inocente y natural de toda la historia, Jules, que actúa como un Cupido inocente.

En cierta manera, me gusta pensar que Didier van Cauwelaert está haciendo, con esta obra, un llamamiento a que seamos más naturales, más pasionales, más cariñosos. A que nos movamos más por nuestro instinto y disfrutemos más de la vida. A que nos atrevamos a comenzar nuevas historias, e incluso a que no aceptemos los finales que no creemos merecer. A que seamos como Jules, ese carismático perro que da título a la novela y cuyo personaje queda tan definido como todos los demás, como si fuera otro humano, con sus sentimientos y sus inquietudes.

Y ya os digo: jamás había leído una novela de este autor, pero desde ahora está en la lista de mis preferidos. Una novela escrita con un estilo muy agradable, de la manera más visual posible, que atrapa al lector desde la primera página (desde ese "flechazo" que ya se introduce en el momento cero) y que habla de un amor realista y sincero, aunque con muchos matices.

Pero esta no es una novela cualquiera; es la historia del mejor amigo del hombre. Es la historia del amor, de la superación, de esa voz optimista -personificada en forma animal- que te repite diariamente que la vida puede ir mejor. Se trata, ante todo, de un relato narrado con una pasión y una delicadeza que jamás había visto. Es, sin exagerar, la historia perfecta para leer en una tarde tormentosa de otoño y no caer en la depresión de la lluvia. 

Darío Luque