Anika entre libros

Hija de inmigrantes

Ficha realizada por: Belén Flores
Hija de inmigrantes

Título: Hija de inmigrantes
Título Original: (Hija de inmigrantes, 2022)
Autor: Safia El Aaddam
Editorial: Nube de Tinta
Colección: Nube de Tinta


Copyright:

© 2022, Safia El Aaddam El Morabit

© 2022, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.

Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Marzo 2022
ISBN: 9788417605919
Tapa: Blanda
Etiquetas: novela narrativa crecimiento aprendizaje migraciones Marruecos familia racismo discriminación crítica social crítica política crítica sistema educativo tradiciones desarrollo personal activistas literatura española denuncia soledad emociones sentimientos integración social orígenes rechazo social
Nº de páginas: 239

Argumento:

"Hija de inmigrantes", de Safia El Aaddam.

Es la historia de Lunja, hija de una familia migrante del norte de Marruecos, de Azgangan y origen imazighen, que crece en un pequeño pueblo de Cataluña junto con unas pocas familias migrantes de la zona. Únicamente conoce pobreza y racismo en esa tierra a la que su familia llega en busca de, supuestamente, una vida mejor. Desde los 20 años que actualmente tiene Lunja, nos da a conocer sus orígenes, la cotidianidad de su familia, sus tradiciones, las dificultades de adaptarse al país donde no ha nacido, pero en el que vive, y el rechazo que sufre fruto del racismo de la sociedad.

A pesar de todo ello, Lunja es valiente e irá creciendo en edad y fortaleza encarando los problemas que la marcaron de niña y reconciliándose poco a poco con su identidad para que otros tantos y tantas hijas de inmigrantes no tengan que revivir su historia.

 

Opinión:

 

"Hija de inmigrantes" se engloba dentro del género de novela de aprendizaje -coming of age-; un género que se centra en el crecimiento psicológico de los protagonistas, en el proceso de su maduración personal y los cambios evolutivos, en este caso desde su infancia hasta la década de sus 20 años. Es la historia de Lunja tal y como ella la recuerda, con sus hechos y emociones desde la consulta de una psicóloga ya con más de 20 años.

Su historia es la historia personificada con nombres y apellidos de tantas familias migrantes que llegan a nuestro país con el anhelo de una vida mejor. Sin embargo, lo que encuentran, en ocasiones, puede llegar a ser incluso peor. Es una historia reivindicativa de los diferentes errores con los que Lunja se va encontrando a lo largo de su corta vida. Se empieza con los del sistema educativo español que excluye a quien económicamente es diferente a la media y con el agravante de si se es inmigrante, porque, si bien una familia española sin recursos puede optar a becas que cubren matrícula, material escolar, comedor, lo cual es necesario que una buena parte de nuestros impuestos se destinen a ello, ¿por qué en el caso de una familia migrante no es así?, ¿errores burocráticos, quizás? o ¿no es cierto que ocurra? Si seguimos, nos encontramos con otro hecho, el del trato de los profesores que ni siquiera se esfuerzan en pronunciar bien sus nombres, cuando nuestro nombre es el mayor signo identidad que tenemos las personas. A todos nos gusta que alguien se acuerde de cómo nos llamamos; si cuando alguien nos llama con otro nombre a veces saltamos como hienas, quizá podamos entender cómo se sentía la pequeña Lunja cuando entra en su clase y ni siquiera la profesora se esfuerza por pronunciar su nombre; o el rechazo a sus tradiciones como cuando llega un día con las manos pintadas de henna con motivo del día del Eid, una de sus mayores festividades religiosas; ¿no entendemos que es su forma de recordar a su tierra, a su pueblo, en definitiva, a sus orígenes? Seguimos… con la discriminación que sufría por parte de sus iguales, otros niños del colegio, de cómo se reían de su pelo, del color de su piel, o de que no llevaba libros porque su padre no tenía dinero para comprarlos. Y esto es solo su primera etapa. Dejémoslo en la conciencia de cada uno.

Si llegamos a su adolescencia y tiempos de universidad y su colaboración en un centro de menores migrantes, la situación no es mucho mejor… un micro mundo más a denunciar. Se nos muestra una clara denuncia a las atenciones que reciben los muchachos que llegan, a las instalaciones, a los profesionales que trabajan, muchos de ellos sin vocación ninguna que llegan allí porque les envían desde otras instituciones sociales a cubrir esos puestos; se habla incluso de maltrato, de comida basura, o de amenazas de no tramitarles la documentación, malas praxis, brotes de racismo totalmente explícitos. Relatos, sin duda, escalofriantes.

En modo reflexivo, la novela es un 50%-50% de su entorno actual, de la vida que llevan en España, entremezclada con un recorrido por su tierra de origen donde nos da a conocer numerosos episodios costumbristas, sus tradiciones domésticas, ancestrales, su cultura supersticiosa, creo, propia del bajo nivel educativo propio del país; esa idiosincrasia que tanto les cuesta mantener en el entorno actual que continuamente les está pidiendo que renuncien a su identidad. Es cierto que muchas de esas tradiciones y aspectos sociales chocan muchísimo con nuestra sociedad. Es difícil aceptar para nosotros, una sociedad donde el éxito de un matrimonio era tener hijos varones y el dar a luz a una niña suponía un cúmulo de problemas y que, por ello, quedan relegadas a un segundo plano, muchas sin ir a la escuela porque su cometido es casarse jóvenes y cuidar de la familia; o incluso, cuando uno de los familiares de Lunja se pronuncia en contra de que ella se escolarice a su llegada a España porque "se olvidaría de su lengua y sus raíces". Los padres de Lunja son analfabetos, y recordemos que es la historia de una chica que actualmente tiene 20 años, es decir, que sus padres tendrían 50 años o similar, lo cual es muy chocante para cualquiera de nosotros que una persona de 50 años sea analfabeta y, consecuentemente, su integración en cualquier sociedad es muy dificultosa. Puede que sea difícil encontrar un punto de equilibrio entre la necesidad de adaptación de aquellos que llegan a un país con tradiciones distintas al país de origen, y el respeto a la idiosincrasia y a las señas de identidad de cada uno por parte del país que acoge.

Es un libro de denuncia social y política. Un camino duro por el que Lunja caminará en su día a día, y que en momentos de su corta vida la llevará a rechazar todo lo aprendido en su casa, su identidad, incluso su propio nombre o su lengua, hasta que de mayor pueda reconciliarse con ella misma. Impacta la soledad que llega a sentir en nuestro país y cómo esos sentimientos han llegado hasta el día de hoy, que se sigue castigando por no haber sabido rebelarse en aquel momento, sin entender que tan solo era una niña. Personalmente, me duele pensar que sea ella la que se culpe, cuando los culpables éramos nosotros. Durante su lectura, es inevitable que nos hagamos preguntas, puede que sin hallar respuesta o quizá una respuesta exenta de conocimiento de causa. Algunas de esas preguntas que yo me hecho han sido: en el caso de una familia migrante ¿es más difícil acceder a becas estatales para la educación?; ¿el sistema educativo español está hecho para excluir a las personas pobres y migrantes tal y como ella siente?; ¿somos una sociedad que no está preparada para que las instituciones protejan y acojan a la infancia migrante?; ¿por qué rechazamos la idiosincrasia de otros orígenes?, ¿por miedo?, ¿por sentido de pertenencia y no queremos que nadie venga para quitarnos lo nuestro?, ¿por qué?.

Es una historia muy actual, estructurada en base a las respuestas emocionales de la protagonista en cada uno de los episodios que nos narra en medio de un proceso terapéutico que la llevan a revivir heridas y traumas aún abiertos (la pobreza vivida, la exclusión, el ser hija de inmigrantes) que hicieron arrebatarle la infancia y crecer sintiéndose frágil y con una falta de confianza que llega hasta día de hoy. Más que una novela, es una carta a todos esos hijos de inmigrantes para decirles que ellos no son los responsables del choque cultural de sus padres, ni de sus miedos ni de sus traumas, ni de su ansia insatisfecha del no retorno a su tierra de origen.

"No estáis solos, no sois lo que os han dicho que sois en el colegio, en el instituto, o en los centros de menores inmigrantes". Ojalá este libro pueda llegar al mayor número de niñas y niños, jóvenes, adultos, migrantes y nacionales. A través del conocimiento y un verdadero acto de conciencia podremos revertir el dolor que hemos y podemos estar causando.

 

Belén Flores

 

 

 

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