Faustino Chacón: Detective prejubilado e ilusionista

Opinión:

"Faustino Chacón: Detective prejubilado e ilusionista" es una novela que, más allá del título que identifica a un protagonista, para mí es más bien coral por la cantidad de personajes que se mueven en sus páginas, que son unos cuantos.

Incluso, de tanto en tanto, se cuela el mismo autor, pues pasa de narrador omnisciente a soltar alguno de sus chascarrillos, sin mostrar ninguna piedad por el sufrido lector, quien asiste como espectador a un extenso espectáculo, donde el ilusionismo campa a sus anchas, de manera que puede llegar al punto de que no distinga con el detalle requerido quién es quién, pues por arte de birlibirloque, es fácil que todo se complique en un momento.

Pues algo así indica el subtítulo, que más bien es un párrafo completo, en la portada y que aquí reproduzco: "¿Qué pasaría si un asesino en serie lograse descifrar los trucos de uno de los magos más importantes de todos los tiempos y los usase para cometer horripilantes crímenes?".

Un detalle que me llamó la atención a abrir el libro fue que, en lugar de la profesión de Faustino, el resto era "Trilogía del asesino de los elementos". Algo hay de eso, pues la obra original era una trilogía, hasta que el autor agrupó las tres entregas en un único libro, aunque la verdad es que me esperaba algún tipo de separación, pero ni por esas, enfrascado como estaba en la lectura, si había algo, me lo salté. Lo de agrupar todo en un volumen también podría ser para evitar que el lector se escapase en uno de los entreactos.

Antes mencionaba que me había parecido una novela coral, que así es como la veo, aunque hay un personaje que destaca sobre el conjunto y se trata de Juana, vallekana por más señas, la subinspectora de la policía judicial que da un marchamo de legalidad a la investigación que desarrollará la troupe, que lo digo así porque aquello parece un circo la mayoría de veces.

Si ya desde el principio nos cuela su palabra fetiche, cancamusa, luego desarrolla una trama llena de trapacerías, tanto que lo mejor es dejarse llevar por el maestro de ceremonias y disfrutar de una enrevesada función donde nada es lo que parece, ni siquiera, en ocasiones, lo que estás leyendo.

Cancamusas, trapacerías y candongas dan a "Faustino Chacón: Detective prejubilado e ilusionista" el lustre apropiado para que la lectura de esta novela sea una experiencia inolvidable.

Selin