expatriados

Opinión:

"Expatriados" es un thriller pausado, cocinado a fuego lento, donde nada parece lo que es y a veces, lo evidente no resulta ser real. Con unos tiempos claramente marcados por Chris Pavone, la historia va avanzando sin que te des cuenta de cómo las páginas van pasando. Una trama inteligentemente trazada que tienes que apurar hasta el último sorbo para encajar todas las piezas de un puzle que, por momentos, se complica.
 
Narrativamente me gusta el estilo de saltos temporales, de no seguir una línea plana e ir alternando escenas, pasajes, momentos... saltos que te hacen estar absolutamente centrado en la historia para ir marcando las piezas.
 
Varias historias paralelas vamos encontrando sobre una trama central. Todas perfectamente descritas por Pavone, que no escatima sus descripciones de forma que incluso te puedes ver paseando por las calles de Luxemburgo o visitando las vecinas capitales europeas.
 
Por un lado, la historia de aquellas personas que por un motivo u otro tienen que desplazarse de su país, de su origen... cómo se relacionan, cómo conviven en un país extranjero donde un acento conocido puede dar pie a una profunda amistad y pueden suponer un punto de apoyo totalmente necesario para no decaer en el estado de ánimo
 
Por otro lado, las relaciones familiares... y concretamente las relaciones de pareja: la sinceridad, la complicidad, la confianza de uno sobre el otro a veces jugada a una especie de ruleta rusa. Los momentos donde no sabes si las decisiones tomadas las tomas conscientemente o te hacen tomarlas de forma predefinida sin que creas tener la sensación de que sea así. El poner por delante la vida familiar a una carrera profesional bien encauzada. Los secretos de pareja, unas veces inocentes, otras inconfesables...
 
Un pasado que amenaza con volver, un ajuste de cuentas pendiente, una amistad interesada, el FBI, la CIA, viajes sin motivo aparente, secretos por doquier, una trama inteligentemente planificada y ejecutada... en definitiva, unos ingredientes perfectos para una buena degustación.
 
Juan Enrique Acevedo