en compañía del sol

Opinión:

La vida de Francisco Javier es realmente notoria, daría, como bien dice el autor, para varias novelas. La pena es que haya querido alargar tanto la infancia y juventud, que ocupa dos tercios del libro, y dejar tan breve espacio a sus viajes, que en mi opinión hubieran sido más interesantes. Infancia y juventud son tratadas de modo muy distanciado, no entra el autor en la personalidad del personaje. El niño Frances de Jassu, en el Castillo de Xavier, podría haber sido cualquier otro niño. Más se nos informa de la época, de la política y de las costumbres, en la España de transición entre la regencia tras la muerte de Fernando el Católico y la subida al trono de Carlos V, lo que no deja de tener su interés, desde luego. Y respecto a la juventud, nos muestra un Frances que podría haber sido cualquier otro estudiante, un estudiante muy movido, muy inquieto, pero lo vemos desde fuera, de un modo que sólo en algunos momentos, al final de esta parte, nos muestra algo de su lucha interior, sobre todo cuando conoce a Iñigo de Loyola, en el momento en que está a punto de fundar la Compañía de Jesús. En mi opinión, queda bastante desdibujada esa relación, cuando ahí debería haber insistido más, a mi juicio. No llegamos a entender qué es lo que decide a Frances a convertirse en Francisco de Xavier, S. J., si sus conversaciones con Iñigo o la muerte de su madre.   El autor abandona muy pronto el tema, para llevarnos a la India, marcando un corte radical en la narración. Y sin embargo, lo que podría haber sido un solo libro, los viajes por Oriente, que le llevaron a la India, a Malasia, a China y a Japón, de ellos apenas si recibimos un aperitivo.

En suma, el libro es una novelación de la vida javeriana, destacando sólo algunas partes; está bien contado, desde luego, pero en gran parte, más de un modo casi periodístico que literario. Lógicamente el hecho de que el autor sea clérigo, le da un enfoque muy personal, que en mi opinión debería haber profundizado en el momento de la suprema decisión de Xavier: el cambio radical de su vida, que al fin y al cabo es su campo. Ahí considero que el autor se queda corto. Sin embargo, en las reflexiones que se hace durante el viaje a la India, resulta mucho más jugoso, así como en su intento de comprender la religiosidad hindú y la manera de ver la vida de los indios, contrastándola con su catolicismo militante.

Aún así, es una lectura amena, cómoda, más divulgativa que psicológica, de una época y de un personaje que no sólo para la Iglesia, sino para la cultura y la historia, es importante.   
 
Ariodante
Julio 2010