Exodus. Mi viaje poco ortodoxo a Berlín

Opinión:

Deborah Feldman se enfrentó a muchos problemas tras abandonar la comunidad jasídica Satmar de Williamsburg (Nueva York). Sin apoyo familiar, amigos ni trabajo, tuvo que aprender a vivir como madre soltera en un mundo que le resultaba desconocido y hostil. 

Tras recibir el adelanto editorial por "Unorthodox", se mudó a Manhattan, pero no resultó ser la ciudad de los sueños para ella. A su pesar, y con ciertas dificultades económicas, permaneció allí hasta que se formalizó el divorcio. 

Una vez divorciada, se mudó a Connecticut junto a su hijo. Pese a seguir sintiendo ansiedad y vergüenza consiguió instalarse y llevar una vida acomodada gracias al éxito inesperado de su novela Unorthodox. 

Allí, en Nueva Inglaterra, conoció a Richard, un artista junto al que viajó a Europa por primera vez. No podía sospechar que ese sería el principio de un largo periplo para descubrir quién era realmente y cuál habría de ser su lugar en el mundo. 

"Exodus. Mi viaje poco ortodoxo a Berlín", es el segundo volumen de las memorias de Deborah Feldman, una mujer que ha servido de ejemplo y ayuda a otros judíos ultraortodoxos y jasídicos que han decidido abandonar sus comunidades religiosas y empezar una nueva vida libre de ataduras. 

En este nuevo libro nos encontramos con una Deborah que se enfrenta a mil y un dilemas, pero si uno destaca por encima de todos es cómo, a lo largo de toda la novela, intenta conciliar el respeto a la figura de su abuela, y su sufrimiento en los campos de concentración, con su fascinación por la ciudad de Berlín. 

La cuesta mucho aceptar que los alemanes no son los demonios que su comunidad proclamaba. Aunque después de residir allí un tiempo, se da cuenta de que algunos siguen defendiendo ideales antisemitas y otros están cansados de lidiar con el arrepentimiento; un daño causado por abuelos y padres que, en la mayoría de las ocasiones, no tuvieron otra opción que apoyar a Hitler. 

Este libro es la historia de una intensa búsqueda de raíces, fe y de conciliación con uno mismo. Un viaje a través del cual la autora deja de sentirse en deuda con el universo por la supervivencia de su abuela y puede, al fin, vivir sin culpa.

Ana G. Aranda