Estás muerto, y tú lo sabes

Opinión:

Es difícil leer un libro de pandilleros y delincuentes ambientado en Barcelona y no pensar automáticamente en Francisco Casavella y en toda su cuadrilla (Kiko Amat, Miqui Otero, Carlos Zanón), o incluso, si queremos ir más atrás, en el mítico Pijoaparte de Juan Marsé y en las novelas suburbanas de Francisco Candel. Sin embargo, Gregorio Casamayor parece decidido a ignorar todos esos referentes y, en cambio, ha optado por hacer de "Estás muerto, y tú lo sabes" una obra de perfil clásico y poco irreverente. Se trata de una obra mucho más viva, más actual, pero también mucho más accesible que sus anteriores novelas, cuya lectura a menudo quedaba lastrada por la morosidad de la acción y por la tendencia a construir historias demasiado focalizadas en el mundo interno de los personajes.

No es ese es el caso de "Estás muerto, y tú lo sabes", una novela narrada, según se nos dice al principio, por el ángel guardián del protagonista, pero se trata de un ángel incapaz de intervenir ni de cambiar el curso de los acontecimientos. Pacho Heredia, auténtico protagonista de la novela, acaba de recibir la libertad condicional tras haber pasado veintitrés meses encerrado en la cárcel Modelo de Barcelona. ¿El motivo? El fatal desenlace de una discusión que mantuvo con Visi, la mujer con la que vivía Pacho antes de entrar en prisión, y de la que nunca volverá a saber nada. Con quien sí quiere reencontrarse el protagonista es con Mariajo, su exmujer, y con su hijo Ricardito; tras haberlo meditado mucho, cree que les debe una disculpa antes de iniciar una nueva vida, lejos de una ciudad tan caótica y peligrosa como es Barcelona. Sin embargo, el destino de Pacho ya está escrito: al salir de la cárcel, un policía le entrega un misterioso paquete que alguien pasará a buscar.

Antes de emprender una nueva vida, Pacho Heredia está decidido a reclamar los honorarios de su último trabajo, una cantidad que le permitiría abandonar Cataluña para instalarse cómodamente en el sur de la península. Por el camino, sin embargo, deberá encontrarse con una serie de personajes que despertarán la habilidad oculta del protagonista: es capaz de ver la futura muerte de una persona sólo con tocarle las manos. A lo largo de su primer día fuera de prisión, Pacho deberá enfrentarse el destino de muchos personajes: el de Maribel Senda, una novia dispuesta a casarse en prisión; el de una vendedora de ropa que envenena a su suegro; el de un vigilante de seguridad o incluso el de su antiguo suegro. Pero más crucial que todos ellos será el papel de la subinspectora Rita Giró, convencida de que Pacho Heredia tuvo algo que ver con un doble homicidio y, por tanto, empeñada en devolverlo a la cárcel de la que acaba de salir.

"Estás muerto, y tú lo sabes" tiene mucho de thriller y de novela negra, pero dándole siempre la vuelta a las situaciones propias del género.

Gregorio Casamayor juega con los silencios y dosifica la información, de tal manera que el lector se asienta en una duda constante: pese a todos los indicios, sospecha hasta el último momento de Pacho Heredia y sopesa todos los escenarios posibles, cuando el único final plausible para esta historia estaba escrito desde su inicio.

Darío Luque