El infinito placer de las matemáticas

Opinión:

"El infinito placer de las matemáticas", de salida, es una propuesta muy interesante y todavía mucho más en cuanto se abren las páginas y empieza ese apasionante viaje por la matemáticas, desde lo más sencillo, que seguro pensará el lector que lo tiene perfectamente claro, pero no vendrá de más echarle un vistazo, porque, más tarde o más temprano, lo más fácil es que se encuentre con algo que le sorprenda y le dé la clave para algo que tenía asumido por convención y que ahora comprende de dónde sale y porqué.

Así me ha pasado, que había un concepto que consideraba como algo normal, sin cuestionarlo, y ahora he comprendido de dónde sale, ya que sencillamente se trata de un resultado. Y esto sólo es el principio, que aquí hay mucho más, lo único es que me lo voy tomando con calma y voy capítulo a capítulo, dejando tiempo para que los conceptos se asienten y pueda considerarlos como aprehendidos en toda su extensión.

La edición me ha recordado los libros de texto de mi infancia, una época en la que con un libro teníamos todo el contenido del curso. Ha sido publicado en tapa dura, con las hojas montadas en cuadernillos, que están cosidos al lomo interior; este sistema es lo que permite asegurar que el libro durará entero y en buen estado mucho tiempo y que podrá ser consultado en multitud de ocasiones, incluso pasar de mano en mano. Mientras tanto, el hilo señalizador será útil para indicar dónde nos habíamos quedado la vez anterior y continuar por ahí la exploración de esas matemáticas, que, tal como se presentan en este libro, resultan mucho más fáciles.

Cada uno de los capítulos se centra en un tema, como el primero dedicado a los números en "Uno, dos, muchos", donde ya se descubre el talante de Alessandro Maccarrone, que, junto con las ilustraciones de Luis Paadín, nos llevará por sus representaciones y por algún concepto que tiende a confundirse en el lenguaje normal.

Los inicios de capítulo están remarcados con una hoja de color, donde el título está complementado con un breve texto que dará mejor idea de su contenido. También se podrá ver, en la zona inferior, a tres personajes relacionados con el tema, que tanto podrán ser científicos de renombre, no sólo matemáticos, otros personajes ilustres, cuyas aportaciones servirán para explicar algún concepto, o personajes de ficción, que también se prestarán a hacer más amenas las matemáticas.

Por mi parte, tengo el hilo señalizador bien colocado, para seguir con el capítulo que me toca en cuanto acabe la reseña, que no he querido esperar hasta terminarlo para compartir lo que he visto y lo que he sentido con este libro, que lo recomiendo para todos, aunque odiéis las matemáticas, que eso cambiara seguro a nada que empecéis a ojearlo, pues sus explicaciones son muy sencillas, nada farragosas, y están redactadas en un lenguaje totalmente asequible, sin florituras. Adelante con el libro, que lo aprovecharéis desde el primer momento.

Selin