Habitación 804
Título: Habitación 804
Título Original: (Habitación 804, 2012)
Autor: Marcus Versus
Editorial:
Eutelequia
Copyright:
© Marcus Versus, 2012
© Editorial Eutelequia, S.L.U., 2012
ISBN: 9788493944353
Etiquetas: literatura española literatura hispana novela sentimental relaciones personales
Argumento:
Una habitación de hotel. Cuatro personas cuyos caminos se cruzan y
se mezclan. Cuatro voces que se atreven a desnudar sus corazones
para narrar historias de amor y desamor, de necesidad y
desencuentro, de pasión y de desgarros.
Habitación 804 nos brinda cuatro historias descarnadas sobre el amor y sus consecuencias. Narradas desde el punto de vista de cada uno de los personajes, estos cuatro retratos en primera persona nos cuentan las inquietudes, los miedos y las necesidades que mueven la vida de cada uno de ellos. Hallamos a un hombre que huye de sí mismo y de una vida de la que no puede salir metiéndose en la cama con mujeres a las que no ama; nos topamos con mujeres que niegan la realidad, esperando que el mundo cambie para encajar en sus planes; también con mujeres que intentan olvidar su vida sumergiéndose en el amor, deseando que el amor pueda curar todas las heridas. Cuatro relatos sinceros y cotidianos. Cuatro personas dispuestas a desnudar sus miedos y sus pasiones. En definitiva, cuatro corazones que se buscan a sí mismos, sin saber que, por el camino, pueden llevarse otros corazones por delante.
Opinión:
Inés Macpherson
¿Cuántos golpes debe darte la vida para comprender que te has
equivocado de camino? ¿Cuántas veces se puede hundir la autoestima?
¿Cuántas veces se puede reconstruir un corazón desgarrado y a
pedazos?
Los cuatro personajes que circulan las páginas de esta
Habitación 804 son personas que
transitan la vida buscando su lugar, un lugar en el que rellenar
sus propios vacíos.
Desde acontecimientos cotidianos y recuerdos de experiencias que
parecen cercanas - aunque el lector no las haya vivido están
recubiertas de una visceralidad y de una realidad que las convierte
en creíbles - nos adentramos en el universo de un hombre y tres
mujeres cuyos destinos están unidos por esa Habitación
804, sin tan siquiera saberlo. Cuatro maneras de
observar una historia que, a medida que avance la lectura, podremos
ir completando, como un puzle al que le faltan piezas que sólo uno
de los personajes nos puede dar. Y es que cada una de las
creaciones de Marcus Versus sólo nos ofrece una
ventana, la suya propia, para contemplar el drama. Es el lector el
que irá recomponiendo los retazos que los protagonistas nos
ofrecen, para comprender los límites del amor, de la necesidad y
del engaño.
El autor juega con el lenguaje, no sólo tipográficamente, creando
imágenes con la palabra impresa, sino también con la ortografía,
buscando que cada uno de sus personajes tenga una forma particular
de expresarse, un tic distintivo que lo haga único y reconocible.
En la primera parte encontramos laísmos - algo que puede resultar
molesto hasta que no se comprende que el autor está buscando una
reacción con ese uso -; en la segunda, palabras que se unen para
crear un nuevo concepto, y así sucesivamente. Cada personaje tiene
características propias no sólo en la forma de pensar, sino en la
forma en que se plasman dichos pensamientos.
Para crear al lector la sensación de estar bailando en la mente de
cada uno de los personajes, Marcus Versus se
permite el lujo de saltar de una escena a la otra, saltando también
a lo largo del tiempo, sin una cronología clara, sin avisar. Porque
lo que interesa no es seguir la cronología de los hechos, sino los
sentimientos y las reflexiones que cada uno hace sobre los
acontecimientos. El pensamiento de las personas no sigue un orden
temporal, simplemente fluye. Lo mismo hacen los personajes de
Habitación 804, saltando de una idea a
otra, llevando con ellos al lector, que se sumerge en las
intimidades más desnudas y sinceras de aquellos que hablan a través
de estas páginas.
Esta novela es una mirada atrevida y dura a los entresijos de las
relaciones humanas. Los personajes se muestran tal como son, sin
tapujos, sin vergüenza ante la idea que el lector los pueda juzgar.
Simplemente vuelcan sobre el papel todo lo que les hierve dentro,
para mostrarnos caídas, desprecios, luchas… y salidas. Un pequeño
compendio de retratos humanos escritos con una sencillez que, en
ciertos momentos roza la vulgaridad - una vulgaridad buscada y muy
bien explotada - y que, en otros, llega incluso a unirse con una
prosa poética de profundidad existencial. Una interesante historia
que, a veces, se convierte en espejo del alma humana.
Inés Macpherson
Mar López
En esta novela hay cuatro personajes que son dos parejas cruzadas: gente corriente como los compañeros de clase o los vecinos que encuentras en el ascensor, cuyas vidas a veces son más complicadas de lo que aparentan cuando no les conoces mucho. En esta novela hay dudas y deseos, amor y amistad que se mezclan y confunden, instintos satisfechos y sueños inalcanzables: y una búsqueda constante de la identidad personal a través de la cual, únicamente, se logra la independencia. "Habitación 804" es la primera novela de un poeta, Marcus Versus: su primer texto publicado en prosa. Según sus propias palabras, la redacción de esta novela ha constituido un reto para él, un hito en su carrera literaria, puesto que la herramienta que había utilizado para expresarse hasta ahora era el verso. Así pues, decidió prescindir de diálogos, en un alarde de honestidad, por no estar familiarizado con ellos y no tener por tanto la completa seguridad de poder hacerlo bien.
La novela, así pues, es un texto lírico, delicado y poderoso que juega con las palabras logrando un lenguaje y una voz absolutamente personales e intransferibles. Contiene frases limpias y rápidas y pasajes inolvidables. Es cada vez más poético a medida que avanza el texto. La novela gira en torno al amor y a la amistad, y también a la infidelidad, a las dudas, a la indeterminación y a la soledad. Está compuesta por las cuatro voces de los protagonistas que se van intercalando, dividiéndose así la novela en cuatro partes. Cuenta una sola historia en la que están implicadas, lo quieran o no, varias personas. Y es un relato sin disparos ni grandes tragedias, pero en el que, por culpa de no tener claros los sentimientos propios, algunas personas hacen daño a quienes más les quieren. Nadie muere, pero se hieren corazones inocentes que ya no cicatrizarán.
Dentro de su lirismo y su lenguaje preciosista y cuidado hasta el detalle, y a pesar también de estar protagonizada por gente normal que puedes encontrar por la calle, es una novela dura que sacude, que no deja indiferente al lector y que plantea cuestiones acerca de la propia experiencia vital en situaciones comparables. El primer testimonio es el del personaje masculino, de quien, si no recuerdo mal, nunca se llega a saber el nombre. Es un personaje que reúne cualidades socialmente incorrectas: es infiel, impredecible e inestable, mejor no confiar en él. Es un tipo débil e inculto que sólo busca satisfacer sus deseos sin utilizar el cerebro. El hecho de situarle en primer lugar, abriendo la novela, es una decisión muy valiente por parte de Marcus Versus: se arriesga a que el lector abandone la lectura por incompatibilidad con este primer personaje. Sin embargo, si se trata de un lector inteligente seguirá leyendo, porque se dará cuenta de que independientemente de la historia que cuente y de que los personajes sean más o menos agradables, la novela está muy bien escrita. Y eso, para mí, siempre es lo más importante, incluso antes que el mensaje que transmita el libro.
Teniendo en cuenta además que se trata de la primera novela de Marcus, éste es un alarde de profesionalidad muy loable: parece querer decir "aquí estoy yo, así es como escribo, seguiréis disfrutando de mi literatura aunque os esté contando la historia más sórdida de que sea capaz". La siguiente voz que escuchamos es la del primer personaje femenino a quien dañan sin merecerlo. Se llama Ana y no conseguimos saber mucho acerca de sí misma, porque escuchamos su voz pero ella sólo le habla a la mujer de la que está enamorada. Ana no es perfecta y también comete errores, pero que sólo afectan en principio a sí misma (como la droga); por lo demás, parece tener las cosas al menos un poco más claras que el resto de personajes, en cuanto a sus gustos y prioridades. Después viene el testimonio de la antigua amiga de la infancia del personaje masculino: un ser débil e inestable, que por culpa de no aclararse con su vida enfanga la de los demás, que no son responsables de que ella no haya sabido aprender a convivir consigo misma y se haya convertido en un ser pueril y endeble hasta la náusea. Mientras adopta una postura de lesbiana progre ante la vida, se queda embarazada de su "amigo" siéndole infiel a su chica con un hombre, alcanzando cotas muy altas de incoherencia y debilidad. Escribe versos y viaja por todo el mundo y da la impresión de que lo hace en busca de una personalidad propia y con la esperanza de encontrarse en algún momento a sí misma. Creo que tampoco se llega a saber su nombre, si no me equivoco: curiosamente, los dos personajes que peor actúan, no lo tienen. Por último, escuchamos la voz de Lucía, pareja del chico que da inicio a la novela. Lucía tampoco es perfecta pero sueña con un príncipe azul y no tiene la culpa de querer una vida tradicional con marido niños perro casa coche familiar para meterlo todo dentro. Nadie estaba obligado a prometerle todo eso si no iba a saber cumplirlo: y ella, no necesita comprobar qué ocurre tras captar la mirada que la amiguísima dirige a su chico, para que su mundo entero se derrumbe. Su respuesta ante la adversidad no es la más adecuada, pero es que nadie está exento de equivocarse cuando ve que peligra la posibilidad de que se cumplan sus sueños.
Todos tienen una voz que de una u otra forma, llega. Y siendo caracteres tan diferentes, cada uno con su forma personal de entender el mundo, es fácil que el lector se identifique al menos con alguno de ellos en algún momento. A pesar de tratarse de una novela, y de una muy buena novela por cierto, hay algo en la forma de utilizar el lenguaje que hace que siga pensando que Marcus es un poeta. En todo caso, sus juegos de palabras, las influencias literarias, la pulcritud de sus frases y el amor que del libro se desprende hace que lo considere un buenísimo escritor de quien leeré sin dudar lo próximo que publique. Pasen a la Habitación 804, cierren por dentro con llave y disfruten de un rato estupendo.
Mar López
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
Si te gustó este libro, también te puede interesar...
- Últimos días en el Puesto del Este Cristina Fallarás Salto de Página
- La pasión última de Carlos V María Teresa Álvarez Martínez Roca
- La ternera Aurora Freijo Corbeira Anagrama
- X ha muerto Alaine Agirre Consonni
- 6, Daniel Mares Daniel Mares Kokapeli