Disforia

Opinión:

Soy tan fan de "La silla", novela de David Jasso, tanto, tanto, que pensaba que si no volvía a coger esa esencia no lograría otra obra igual de intensa y espectacular. Leí sus siguientes novelas y sus relatos (muy buenos) pero no llegaba esa otra obra por la que pudiera decirle: Jasso, cuando nos relatas este tipo de historias, eres un maestro. Con "Disforia" ha vuelto a demostrar que tiene un talento enorme para aterrorizarnos y hasta sacarnos de quicio si quiere.

Como muchos, desconocía el significado de "disforia", algo que él mismo aclara antes de empezar la novela, y casi podría decir que toda la novela es pura disforia porque leyéndola sientes ese malestar, percibes la cólera de ciertos personajes, te acosa la ansiedad que les acosa a ellos, vives y sufres la irritabilidad del más demente…

"Disforia" es puro horror magistralmente narrado. Lleva a los personajes al límite, tanto que en un momento dado no sabes qué sería mejor: dejarse morir, dejarse matar, o sobrevivir.

A partir de una insistente llamada a la puerta y la rápida desaparición de Tomás, Esther se queda a solas con su hija pequeñita, pero en la habitación de ésta hay alguien. Un personaje que pone los pelos de punta, que arrastra un pasado oscuro y una demencia con la que, además, disfruta. Ese hombre no viene solo, un adolescente viene con él, y se ha criado bajo su mando. Estos cuatro personajes (Esther, la pequeña Say, el hombre y el chico) son los protagonistas principales de una novela oscura, demencial, terrorífica, asfixiante… para un amante de las novelas de terror, magnífica.

Lo más curioso es que no sólo los personajes femeninos se enfrentan a un psicópata que disfruta de su superioridad -ojo, no siempre, y esto es una parte de la novela de la que no puedo hablar porque tenéis que disfrutarla (o sufrirla) vosotros leyéndola-, si no que por la novela se pasean ciertos seres aparentemente etéreos que no sabemos qué son hasta el final de la historia, y entonces entendemos.

Veremos claras las intenciones del psicópata demente, pero en Esther veremos otra cosa: una evolución errática, semejante a las subidas y bajadas de las montañas rusas, como si fueran una pista de su propio pasado. Con la pequeña Say sufriremos el triple, si cabe. Para qué contaros nada, podéis imaginarla tan pequeñita, tan niña, todavía aprendiendo de la vida… y de pronto esa confusión que la envuelve en la que su madre se comporta de una forma extraña, su padre no aparece y un desconocido se hace dueño de su casa… Y por último no olvidemos al chico, del que no pienso contar nada para mantener la incógnita, pero por el que he llegado a sentir pena y ternura.

Precisamente por esto no voy a mencionar el final. Cuesta asimilarlo y aceptarlo. "Disforia" es tan tremenda desde el principio hasta el final (hasta la última página) que va a ser imposible olvidarla y se va a poner en el lugar privilegiado de mis estantes junto a "La silla".

Enhorabuena, Jasso. Y vosotros, hacedme caso, si os gusta el terror, ese tan creíble que te pone los pelos de punta y te encoge el estómago, leedla.

Por cierto, de nuevo la editorial Valdemar además de elegir una novela diez, ha editado un libro con una portada espectacular cuya ilustración (de Daniel Expósito) permanece si le quitas las solapas.

Anika Lillo

Foto homenaje