Dinastía

Opinión:

Solemos leer las historias de los grandes personajes de forma individualizada, entrando en profundo detalle, pero perdiendo de vista parte del contexto en el que dichos personajes vivieron. Pensándolo en frío, siempre me había preguntado cómo, en relativamente pocos años (para lo que es la historia de Roma), se había pasado de una República que odiaba la monarquía a un Imperio donde un hombre ostentaba el poder absoluto. Tenía claro que Julio César y sus predecesores habían sido ejes de ese cambio (y me dan muchas ganas de leer "Rubicón", el libro que precede a "Dinastía", donde se nos habla de esos convulsos últimos años de República), y que Augusto maniobró para seguir acumulando poder, pero no se habrían llegado a aceptar ciertas barbaridades sin que los que les siguieron no lo hubieran consolidado.

En "Dinastía" podemos ver esa evolución y cómo los romanos, poco a poco, fueron cediendo todos los poderes a los cabezas de la dinastía Julio-Claudia en su carrera hacia la gloria y el poder. También vemos cómo normas que eran inquebrantables para la buena reputación de los políticos se fueron tergiversando y deformando de forma tan sutil que, cuando Nerón cometía sus excesos más aberrantes, le beneficiaban más que perjudicaban a ojos de muchos.

El libro se centra en Roma, escenario donde la familia hacía sus maniobras, dejando un poco de lado las provincias salvo en algunos casos excepcionales. Tom Holland se esfuerza por separar los chismes y la propaganda de los hechos, pero teniendo muy en cuenta cómo los chismes y la propaganda influenciaban en la percepción pública. Y es que la política romana se centraba mucho en la imagen, en la hipocresía, en la difamación y en la defensa contra ella. No puedo evitar ver cierto paralelismo con la situación actual en algunos lugares...

En definitiva, es un gran texto para tener una visión global de los primeros años del Imperio y comprender cómo la mentalidad de un pueblo puede cambiar poco a poco de forma radical. Interesantísima lectura que no dudo en recomendar a los amantes de la historia, escrita además de una forma muy cercana y amena.

Déborah F. Muñoz