Anika entre libros

Días de euforia

Ficha realizada por: Carol Inabé Barba
Días de euforia

Título: Días de euforia
Título Original: (Días de euforia, 2020)
Autor: Pilar Fraile Amador
Editorial: Alianza
Colección: Alianza Literaturas


Copyright:

© 2020, Pilar Fraile

© 2020, Alianza Editorial, S. A.

Edición: 1ª Edición: Octubre 2020
ISBN: 9788413620824
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia España capitalismo ciencia ficción genética amor crítica social investigación distopía narrativa literatura española novela niños sexo brokers infidelidades emociones parejas sentimientos hábitos soledad éxito felicidad sueños recurrentes trabajo en equipo Estado de bienestar estatuas estadística algoritmos big data bases de datos
Nº de páginas: 224

Argumento:

En "Días de euforia" se entrecruzan destinos, es una mirada hacia un futuro próximo, o no tanto... una distopía donde el éxito depende de datos, cifras y estadísticas en busca de la felicidad. ¿Qué te hace feliz? Una de las protagonistas, María, es la encargada de encontrar ese baremo entre la población y mostrar a la sociedad que nos hace felices. Compra. Sube de estatus. Vive con lo mejor... pero nada es lo que parece. La vida se deshilacha entre varias opciones y, como en un tejido denso, las existencias de los protagonistas cambian y se transforman, como si de una aleación química se tratase, cuando unos y otros forman parte del camino de los demás. Un sueño con gusanos da pie a una frenética carrera por encontrar la razón de ser a María, cuestionarse su forma de vida, incluso le impide trabajar. La vida parece reclamar su espacio, pero nada es lo que parece. Ella también sucumbe al océano infinito de datos que manejan nuestra felicidad.

 

Opinión:

 

Todo el mundo tiene expectativas de futuro: descendencia, una casa, vacaciones, viajes, estudiar, tener dinero, ser alguien en la vida. Éxito. También todo el mundo quiere ser feliz. O al menos eso es lo que muestra generalmente, nadie quiere ir de amargado por la vida...

Bajo esta premisa se desarrolla el escenario de la novela de Pilar Fraile, "Días de euforia" que nos cuenta una historia como si fuera un coro polifónico, pero que se va entrelazando lentamente hasta hacerse casi una sola voz.

En este sentido, el tiempo y el espacio de la obra nos parece que en desarrolla en un futuro distópico, aunque a veces con alguna frase o palabra nos vuelve, otra vez a nuestro entorno... o al pánico a que en realidad nos esté describiendo un futuro relativamente cercano.

Así, la búsqueda de la felicidad propia y ajena ha sido el trabajo de María y Roger, que viven sumergidos en datos y estadísticas para crear algoritmos que nos lleven a esa anhelada meta. Entonces aparece un sueño recurrente: María sueña con gusanos llenos de babas, que no sabe si la devoran o ella los devora, lo que impide que su trabajo y la sesión de sexo semanal con su "match" y compañero de labores se desarrolle normalmente. Aquí empieza todo a desmoronarse. O a encontrar un nuevo lugar.  Las crisis llevan a cambios importantes dicen por ahí. Y no les falta razón.

El tema es que en un ambiente tan exitista y, de algún modo, superficial, donde todo es pasmosamente veloz y efímero, un sueño logra que el engranaje perfectamente lubricado se atasque. Y se empiecen a oír diversas voces.

En este caso, se une al tema de la felicidad, el de las relaciones de pareja, el porno como producto de lujo y los deseos contenidos. Y hay más. Los personajes y las situaciones cambian constantemente dotando de vitalidad esta novela, que tiene un aroma particular, es una sensación de limpio y aislado, casi como una especie de burbuja confortable que está relacionada con tu estatus. A mayor poder adquisitivo, mejor vivienda -separadas por sectores-, grandes beneficios y muchas cosas en las que gastar el sueldo. Es como un estado de bienestar donde te enajenan absolutamente... una zona de confort de la que no deseas salir a menos que te obliguen. Y ese es el caso de algunos de los personajes que deben cambiar su ruta predestinada.

Una de las sensaciones que provoca la novela es la de control permanente, no visible, sino algo solapado, que no eres dueño de tu destino, que te bombardean de ideas ajenas para manipular tus decisiones y si a eso le sumamos una sensación de seguridad -trabajo, estatus, pareja, familia, todo en un paquete-, que brindan desde las altas esferas, cuando María empieza a soñar con gusanos te das cuenta que nada es lo que parece y el "qué dirán" ejerce una notable influencia en la sociedad. Y que incluso la que parece tu mejor amiga... no lo es tanto.

Paralelo a esto hay una historia, casi una subtrama, que no llega a concretarse del todo y podría dar pie a una segunda parte y tiene que ver con Hester, antigua empleada desaparecida, que deja un cuaderno con datos no oficiales -no olvidemos que se muestra una cara exitosa y feliz de la sociedad-, sobre el descenso de embarazos y fallos recurrentes en la inseminación artificial en parejas -donde trabaja Angélica-, que podría convertirse perfectamente en una segunda parte. Te quedas con las ganas de saber qué pasó con Hester y por qué desapareció, aunque lo puedes intuir.

Otra de los temas interesantes de la novela tiene que ver con el pensamiento crítico. No lo hay, la sociedad parece dormida, incluso aparentar que sabes -en una obra de teatro, por ejemplo-, está definido con un par de frases hechas. En este mundo superfluo, todo el mundo aparenta lo que no es. Incluso esa felicidad tan apreciada.

En este sentido, la novela es redonda, con un final que hay que leer entre líneas, pero que nos entrega muchas luces sobre la sociedad que estamos construyendo: una sociedad del "big data" que nos inunda de información, datos y estadísticas, que nos estudia para decirnos cómo y con qué ser felices. Una sociedad de apariencia superficial, claramente capitalista, pero que también brinda la otra cara, la de salir de lo urbano para volver a lo natural, al encuentro contigo mismo, pero que igualmente tiene un sabor más bien a placebo.

"Días de euforia" te dejará con sentimientos encontrados, ya que el estado de bienestar es deseable, pero no a cambio de perderte a ti mismo, está muy bien estructurada y da pie al desarrollo de diversos hilos narrativos que se entrecruzan, lo que la hace muy versátil, es una distopía intensa, sin futurismos exacerbados -sin teletransportes, ni parafernalias-, pero que puede, sin duda alguna, convertirse en la imagen de un futuro muy cercano, si es que ya no estamos ad portas de lo evidente.

 

Carol Inabé Barba

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentario de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar