Anika entre libros

Diario de un joven naturalista

Ficha realizada por: Carol Inabé Barba
Diario de un joven naturalista

Título: Diario de un joven naturalista
Título Original: (Diary of a Young Naturalist, 2020)
Autor: Dara McAnulty
Editorial: Volcano


Copyright:

© 2020, Dara McAnulty

© 2020, PAPEL K Editorial S. L.

© 2020, de la traducción, Inmaculada Pérez Parra

© 2020, fotografías, Familia McAnulty

Publicado por primera vez en Reino Unido por Little Toller Books, 2020.

Traducción: Inmaculada Pérez Parra
Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Noviembre 2020
ISBN: 9788494993497
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia ecología naturaleza conocimiento diario ensayo política fotografía narrativa Irlanda leyendas libros ilustrados libros premiados literatura irlandesa mezcla de géneros relaciones personales viajes autismo acoso colegio twitter emociones sentimientos aislamiento activistas bosques excursiones síndrome de Asperger naturalistas hermanos relaciones familiares flora y fauna mudanzas aves Greta Thunberg cambio
Nº de páginas: 292

Argumento:

Dara McAnulty nos relata un año de su vida, dividido en sus estaciones. Es un año intenso y lleno de cambios: mudanza de una parte a otra de Irlanda, colegio nuevo, nuevos parajes que visitar. Aquí nos cuenta su rutina diaria, su actividad como naturalista y todo el conocimiento profundo que tiene sobre la flora y la fauna de su entorno. Ahora debe empezar de nuevo en otro hogar, pero la familia afronta unida este nuevo comienzo. Su diario es un canto a la naturaleza, su conexión intensa con ella, su refugio y el motor principal de su vida, de su afán por promover la conservación del planeta.

Premio Wainwright 2020 Mejor libro de literatura de naturaleza en Reino Unido

 

Opinión:

 

"Diario de un joven naturalista" convierte a su autor, Dara MacAnulty, en ganador del Premio Wainwright 2020 al mejor libro de literatura de naturaleza en Reino Unido. Y aquí confluyen varios hechos: es el más joven galardonado con este premio, es su primer libro y es un adolescente que apenas tiene 15 años. Pero, ¿por qué se le premia? ¿Cuál ha sido su trayectoria? En realidad, el premio lo tiene más que merecido. Quien le siga por las redes sociales o haya visto su diario on line (lo tiene desde los 12 años) podrá darse cuenta que no es sólo un adolescente que quiere cambiar el mundo. Es un joven líder de opinión, que se agobia con Twitter y vive una vida hogareña en Irlanda de Norte... hasta que se tiene que mudar al otro lado del país.

Aquí empieza el desarrollo de su diario: entradas separadas por estaciones que abarcan este año complicado y lleno de cambios, con fotos familiares en blanco y negro, que se leen con deleite. Es que es un libro lleno de vivencias familiares, cargado de emociones y de amor a la naturaleza. Es que aquí está en centro de todo. Una familia que vive todo a flor de piel, que tiene una conexión intensa con su entorno... tenemos que dar paso a un tema que tiene una importancia tremenda, tanto Dara como sus hermanos -Lorcan y Bláthnaid-, tienen un grado de neuroatipia, es decir, son autistas. En este caso, Dara tiene Asperger. Tres hermanos -dos chicos y una chica- con características únicas... o no tanto. Él mismo se expresa sobre el tema: "Mucha gente me acusa de "no parecer autista". No tengo ni idea de lo que significa eso. Conozco a muchos autistas y todos parecemos distintos. No somos una raza reconocible. Somos personas. Si no nos salimos de lo común es porque nos esforzamos por enmascarar nuestra verdadera personalidad. Nos contenemos y nos aguantamos" (pp. 72-73).

Pero esto es sólo un aspecto, ser neuroatípico quizá lo hace aún más sensible a los cambios y necesitan un proceso más largo. Paseos por el bosque, observar. Mirar el océano, la flora y la fauna que habitan a su alrededor. Subir a las montañas. Deleitarse con el vuelo de una abeja, el canto de un gorrión o el sonido de la lluvia. Leer este libro hace que sientas como él siente, tiene una enorme capacidad de integrarte en su relato con un estilo fluido y muy intenso.

Y no solo habla de lo que se mueve alrededor de sus días, sino más bien, es un compendio emocional... parece incluso que cada estación tuviera su propio color: primavera es verde, verano es amarillo, otoño rojo e invierno azul, pero es una percepción personal, nada más.

En este sentido, su diario es una luminosa alegoría sobre su familia, que es muy unida y sobre todo, parece estar siempre dispuesta a convertir cada escollo en un ejercicio de buen hacer. Así, no es extraño que Dara y sus hermanos se sientan cómodos en su hogar -no importa donde se encuentre-, porque se tienen a sí mismos. Y eso es de agradecer. Un padre naturalista, una madre amorosa pendiente de sus movimientos y hacer el mundo más agradable para ellos, parece ser un aliciente para desarrollar un mundo interior tan rico y tan vasto que no acaba en su jardín y abarca el mundo entero.

Es que en este diario no solo habla de su vida cotidiana, de la mudanza a otro lado del país, ni de sus paseos por la zona, de los eventos de naturalistas en los que participa, de excusiones a las que es invitado con su madre, en las fotos que aparece porque tiene influencia con los jóvenes y los políticos que lo utilizan. Hay más, mucho más, profundo y aterrador -por decirlo de otra manera-, esa luz y oscuridad de la que habla Dara constantemente, que muchos hemos vivido, ese punto que parece duro de expresar, pero que él relata desde su orilla: ansiedad, acoso escolar, depresión. Sí, eso lo vive todo aquel que se sale de la norma, sea de donde sea, que parece una constante. Aquí también hay una grata sorpresa: ante el terror de enfrentar -a la vuelta del verano-, el nuevo colegio, se ha dado cuenta que lo aceptan como tal y puede explayarse sin miedo al acoso. Una nueva esperanza, más tiempo para sí mismo, menos ideas oscuras por su cabeza. Y eso le ayuda además a desarrollar su parte activista, se implica más, conoce a Greta Thunberg por Twitter y se une a varias causas, aunque ya antes participaba en ellas -incluso tiene duras palabras para la política de su país-, pero lo dice con una pasión y calma a la vez, que da gusto leer una cabeza tan bien amueblada, tan desde dentro, como si fuera un portavoz de la propia naturaleza. Es que eso es lo que es. Habla con mucha honestidad y franqueza de varios temas, unidos siempre al motor que mueve su alma: la naturaleza. De hecho, le dedica las últimas palabras de agradecimiento: "Y a la naturaleza: mi fuente, raíces, latido e impulso. Mi techo. Mi escudo y mi espada" (p. 285)

Un glosario al final del libro da cuenta de todas esas palabras irlandesas o de zonas aledañas que se relacionan con él, la geografía circundante, los nombres de sus hermanos y el suyo y sobre todo, de las leyendas y mitos que nos va relatando a través de sus páginas... Dara es roble en irlandés, un nombre que le viene perfecto, como si su madre hubiera sabido que este joven se convertiría con el tiempo en la voz de la madre natura... y lo que aún queda por decirnos.

Un libro increíble escrito por un joven aún más increíble, capaz de entregarnos un texto lleno de vida que parece que estamos allí, formando parte de su vida y su familia. Un libro para recomendar, para regalar, para disfrutarlo, para leerlo con calma y con el corazón abierto. Sláinte!

 

Carol Inabé Barba

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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