Deja de decir mentiras

Opinión:

Philippe Besson es un escritor francés de renombre que, por primera vez y tras muchas novelas, decide confesar públicamente un gran secreto perteneciente a su vida privada.

La pluma del Besson es clara y concisa con una prosa sencilla y, a veces retórica, contiene toques poéticos que hacen de esta obra una lectura deliciosa. Llama la atención que dentro de la narrativa no haya diálogos.

La obra denota visiblemente su fundamento biográfico ya que describe detalladamente cada espacio, situación geográfica y cambio de infraestructura, entre otros. Rememorando con añoranza elementos, arte, acontecimientos y datos populares de su época adolescente que cualquier lector que los haya conocido recordará con satisfacción.

Es curioso el tiempo en el que está escrito el libro, pues el autor juega, de forma fascinante, con el presente, pasado y futuro, llevando al lector a través de un viaje en el tiempo por el cual se van descubriendo elementos necesarios para conformar la historia.

La novela es corta y agradable de leer, pues Besson narra su historia como si estuviera manteniendo una íntima conversación con el lector, confesando sus pequeños secretos, no solo como persona sino también como escritor, e incluso interactuando con él.

Se trata de una mirada introspectiva del propio autor, protagonista de su propia novela, en la cual se muestra tal y como es; una persona sensible, orgullosa de sí misma, valiente, refinada, culta, cuestionadora de sí misma y de lo que la rodea. A través de Philippe, el lector podrá vislumbrar una evolución no solo personal y de madurez de él mismo, sino también cómo una relación que comienza siendo algo plenamente sexual se transforma en un sentimiento más profundo que se debe enfrentar a una realidad, quedando encorsetado por los prejuicios de una sociedad del siglo XX.

A lo largo de la narración se puede contemplar cómo esta situación daña afectivamente al protagonista debido a que todas las emociones que bullen en su interior deben ser reservados en la intimidad, no confía en nadie para contarle su más preciado secreto y es, muchos años después, cuando decide liberar esa pesada carga y compartirla con todo aquel que desee leer su historia.

Los temas tratados en la novela giran en torno a las relaciones homosexuales y a la represión a la que se veían sometidos, abocados a la clandestinidad por el miedo a ser repudiados o no aceptados socialmente. Del mismo modo, se desmitifica todos los estereotipos establecidos que aseguran que las relaciones entre personas del mismo sexo están llenas de depravación y promiscuidad.

Como dato curioso destacar que en la narración se relaciona la vida y la propia historia del autor con todas sus novelas precedentes. Del mismo modo, la fotografía que ilustra la portada del libro cobrará otro nuevo sentido para el lector.

Sin duda alguna la novela es una oda al amor y a la tolerancia, una llamada para que nadie se avergüence de quién es y se sea fiel a sí mismo y a sus propias convicciones, una reflexión sobre la represión de los sentimientos y el sufrimiento que causa dejarse llevar por los convencionalismos y opiniones externas.

Personalmente me ha parecido una historia de amor preciosa y perdurable en el tiempo que llega al corazón del lector y cuyos personajes se quedan ahí para siempre. Es una novela recomendable para todo el público, desde la adolescencia, pues en ella se encierran muchos valores y mensajes que incitan a la reflexión.

Marisa Costa