Cuenta atrás

Opinión:

EMOCIONANTE, en mayúsculas. Gregg Hurwitz vuelve a utilizar un lugar aislado, como hizo en "Instinto primario", para dejar a los supervivientes en manos de su astucia, rapidez, y del ansia voraz de matar (y en este caso comer) de sus perseguidores. Como he leído dos novelas antes de Hurwitz y en ambos casos había psicópatas, pensaba que sería un thriller, pero es mucho mejor que eso, es terror. Porque ¿puedes imaginar una mantis religiosa con garras afiladas y boca trituradora de casi tres metros delante de ti que te tiene como objetivo?

Las escenas en las que aparece la mantis son, además, súper potentes, magníficas. La novela se inicia con ellas y da un salto a las larvas, y el tiempo dedicado a ellas son también bastante atrayentes porque no hablamos de gusanitos pequeños, como podéis imaginar. Las reacciones del grupo ante las larvas son muy dispares. No hay unanimidad.

La novela es coral y los personajes son fantásticos. Aquí hay de todo: los soldados de la marina estadounidense lo forman Cameron (una mujer que acaba de quedarse embarazada), su marido también soldado Justin, Szabla (una joven, fuerte, y vacilona afroamericana más masculina que femenina -quizás por aquello de sobrevivir en un mundo de hombres duros-), Tucker (que aún está en proceso de desintoxicación), Tank (cuya mayor motivación es proteger a su compañera Cam), y el jefe de todos Derek, hombre torturado por la pérdida de un bebé y el ingreso psiquiátrico de su mujer. El cómo está el hombre os lo podéis imaginar, y por supuesto su estado anímico afectará a sus decisiones, por lo que pondrá a todos en varios aprietos. Les acompaña Savage, un antiguo soldado de Vietnam que ya ha visto, hecho y vivido todo lo que tenía que vivir y que no cree que tenga nada que perder.

Este grupo de soldados acompaña y protege a dos investigadores, uno estadounidense (Rex) y otro latino (Diego), y junto a ellos aparecen otros tres personajes: un matrimonio que vive en la isla, los únicos que quedan en realidad (ella en avanzado estado de gestación), y su hijo Ramoncito que va y viene a la isla. Y ya no hay más seres humanos en la isla.

A todo esto sumadle una subtrama relacionada que sucede en Estados Unidos con la viróloga Samantha Everett, capaz de poner en peligro su propia vida con tal de conseguir que sus antídotos sean utilizados. Este personaje os encantará, se merece su propia novela.

Los personajes no llegan enseguida a la isla pero durante ese tiempo iremos conociéndolos, y una vez allí arranca la acción y la tensión va in crescendo. La novela es como la dinamita, y como ella también explota hacia el final, un final intenso, emocionantísimo.

Podría decir que tiene en cierta forma un final feliz pero no os voy a engañar, aquí mueren muchos.

Hurwitz, en esta novela, tiene a dos mujeres de heroínas. Así como en "No mientas" el héroe era un hombre, en "Cuenta atrás" son la soldado Cameron y la viróloga Samantha Everett. También fue una mujer la heroína de "Instinto primario". Me ha gustado eso de que no discrimine por sexos, que utilice igualmente a un hombre como a una mujer en sus novelas como héroes (que no tienen intención de serlo, por cierto).

La traductora ha tenido que hacer un trabajo estupendo y concienzudo porque aquí se leen palabras especializadas que no había oído jamás (no es en absoluto problema para entender de lo que hablan, son partes del bicho, palabrejas de virología, etc) y eso, por cierto, ha hecho que me llamara mucho más la atención un fallo garrafal que utiliza en tres ocasiones. ¿Sabéis eso de "yo y tú"? El burro delante para que no se espante. Extrañamente comete ese error con dos personajes distintos, o sea que no se trata de que un personaje cometa el error, sino que la traductora ha metido la pata.

Si no habéis leído "Cuenta atrás" ya estáis tardando. Sólo tiene un defecto y no es de la novela, es de la edición: su letra es miniatura. Eso hace, también, que el libro te dure más que lo que pensabas, pues son más de 450 páginas en letra pequeñita, así que la parte positiva es que te pasas más tiempo leyendo una historia que no decae nunca y que disfrutas muchísimo.

Anika Lillo

Foto homenaje