Cuadernos alquímicos

Opinión:

Ciertamente, parece paradójico que uno de los científicos más reconocidos de la historia dedicara grandes esfuerzos a la alquimia, una disciplina que hoy consideramos opuesta a la ciencia convencional. Son muchas las hipótesis que se plantean para resolver esta paradoja: quizás su interés nació a raíz de conversaciones con otros intelectuales y alquimistas de Cambridge, tal vez Newton buscaba realmente la vida eterna o quizás encontraba en la alquimia una base subversiva para sus investigaciones científica. En cualquier caso, la realidad es la que es: Isaac Newton construyó un cobertizo en su jardín trasero y allí, a modo de laboratorio, practicó con metales y líquidos variopintos. Se escondió para hacerlo, como es lógico, porque la alquimia estuvo siempre prohibida y perseguida por la Iglesia.

Gonzalo Torné se ha encargado de reunir y traducir algunos de los muchos textos que Isaac Newton escribió o recopiló sobre la alquimia. Para ello, Torné ha recurrido a dos archivos, como explica en el libro: a la colección Keynes de la King's College Library de la Universidad de Cambridge y a la Dibner Collection del Smithsonian Institution. Ha extraído de ellos un total de treinta y cuatro textos de distinta tipología firmados no por Isaac Newton, sino por el seudónimo Jeova Sanctus Unus, un lema antitrinitario (Jehová única santo) y, al mismo tiempo, un anagrama del nombre de su autor. Posiblemente ese carácter herético y oculto sea uno de los mayores alicientes para penetrar en esta faceta desconocida del famoso científico.

No es fácil entender los textos reunidos en "Cuadernos alquímicos"; de hecho, su comprensión no es el objetivo de la lectura (a no ser que alguien quiera dedicarse a la alquimia en pleno siglo XXI, lo cual no voy a juzgar). Una lectura atenta permite conocer y descubrir una insólita manera de trabajar, y despliega también todo un imaginario de nombres, conceptos e ideas, todos ellos atractivos y sugerentes para el lector contemporáneo. Entre los muchos textos newtonianos recopilados por Gonzalo Torné aparecen historias, procesos y palabrejas que, no faltos de prejuicios, vincularíamos con la brujería tradicional, a la que estamos más familiarizados gracias a las películas y los cuentos de hadas.

Algo que posiblemente sorprenderá a los lectores de los "Cuadernos alquímicos" es que no se encontrarán aquí con un diario de trabajo tal y como lo concebiríamos hoy en día. Newton reunió breves textos, algunos de ellos escasos fragmentos, de la tipología más variada que pudo hallar. Frente a los esperables textos instructivos sobre cómo realizar un determinado ritual o una mezcla, aparecen también otros textos escritos en verso que relatan historias de alquimistas o experiencias relacionadas con el mundo místico. Otros parecen relatos teológicos (de cariz cosmogónica), mitos, relaciones históricas o descripciones de productos (aguas, minerales, vegetales). En general, la obra constituye un variopinto collage con la intención enciclopédica de reunir conocimientos útiles en torno a una incógnita de la historia humana: la alquimia.

Darío Luque