Costa Azul

Opinión:

Tal y como está siendo este 2020 se agradece mucho una lectura que te haga desconectar, sea entretenida, interesante y divertida al mismo tiempo. Esto es lo que ha conseguido la nueva novela de Mamen Sánchez: "Costa Azul". En ella lleva al lector al verano de 1956 y le ofrece una trama original en la que hay algún que otro guiño cinematográfico.

A mí me ha gustado mucho. Es una novela que prácticamente te lees en un día, ya que te atrapa. Hay una vis cómica en ella que recuerda un poco a las novelas de Eduardo Mendoza. La trama se sitúa en Bélgica, en el verano de 1956. Los belgas están expectantes porque, por Bruselas, corre el rumor de que el rey Balduino está teniendo una aventura con su madrastra. Para averiguar la verdad, el Primer Ministro, Achille van Acker, encargará que se vigile a la pareja, y quien deberá hacerlo será el mejor agente secreto del país: Pierre Pierlot. A la pareja se le bautizará con los nombres de Fred y Ginger. Pierre tendrá que viajar a la Costa Azul francesa donde se supone que están, allí conocerá a Gúdula, una aristócrata con un secreto.

Todos los personajes están muy bien desarrollados y van forjando lazos entre ellos. Mamen Sánchez logra que el lector conecte con ellos, algo habitual en esta escritora. Siempre crea personajes así. De todos los que aparecen en esta novela, mi preferido es Pierre Pierlot, sobre todo, por lo inocentote que se muestra en temas amorosos.

Otro punto a destacar es lo bien ambientada que está. Recoge perfectamente la atmósfera que se vivía en ese momento, todo el glamour de la alta sociedad europea, especialmente francesa, que iban a pasar sus vacaciones a Niza y Mónaco. También me ha gustado el guiño que hace a la película de Hitchcock, "Atrapa a un ladrón".

Si estás buscando una novela divertida, fresca y que te atrape, esta es una perfecta candidata. Tiene mucho ritmo, es fresca y ese tono de humor es muy inteligente. Es una lectura con la que lo pasas bien, que te hace olvidar todo lo que está pasando este año, que huele a verano y a mar.

Ysabel M.