Corrido del güero errante

Opinión:

Jordi Guasch ha sido una sorpresa para mí, una grata sorpresa, porque le conocí antes de que publicara el libro y aunque habíamos charlado no tenía ni idea de si escribía bien o mal. Otra cosa es su verborrea, se le nota culto -curiosamente su aspecto de cowboy no hace que lo pienses, lo que demuestra que una primera impresión puede ser falsa-, y esto es algo que se percibe notoriamente en "Corrido del güero errante". Filósofo en ocasiones, aventurero siempre, algo místico y sobre todo apasionado, Guasch nos hace vivir de primera mano todas sus experiencias. Con él puedes ver a los aborígenes como si los tuvieras al lado, casi puedes visualizar sus dibujos, las habitaciones donde se aloja, los restaurantes donde come, las mujeres que se acercan a él, los turistas con los que charla… Todo el libro es visual, ameno y sobre todo interesante, porque Guasch se aleja del típico libro de viajes para hacernos vivir con él todas y cada una de sus impresiones. Es casi como acompañarle en el viaje, nos convertimos en su sombra, cotilleamos con él, comemos con él, observamos a los mexicanos de las discotecas, a los vaqueros de Texas, a la increíble Nancy de la Isla de Pascua, y hasta nos sentimos indiscretos ante la historia de amor que vive con Estela. Un libro muy recomendable por su cercanía, su rico vocabulario y muchas razones más.

"Corrido del güero errante" consta con una introducción elaborada por su amigo Mágic Andreu y unos cuantos bocetos de sus dibujos personales (dibujos que en ocasiones le dan de comer y con los que ha participado también en La Casa de Kruela así como en otras webs)

Antes de escribir este libro de viajes, Guasch había publicado un reportaje sobre "La Pascualita" (misterioso maniquí mexicano supuestamente realizado con una persona de carne y hueso) en la revista Límites de la Realidad, publicado también en La Casa de Kruela. A pesar de que lo había leído no tenía ni idea de que un extenso libro de viajes pudiera mostrar tan rico lenguaje. Una prosa cuidada que, sin duda, se agradece, porque si bien no es un libro de viajes al uso, la forma en que está escrito te lleva con él a lugares místicos o históricos sin perder el interés y las ganas de seguir leyendo.

Gracias por tan interesante viaje Jordi.

Anika Lillo