Consumidos

Opinión:

Esta reseña va a ser un poco larga pero ¿cómo se podría hablar poco de "Consumidos" si tras ella se esconde nada menos que Cronenberg? Pero tranquilos, que no os desvelaré nada que no se cuenta ya en la contraportada de la novela o que haya desvelado el propio autor.

¿Sabéis aquello de "Dios los cría y ellos se juntan"? Esta historia oscura describe a un grupo de gente de complejas mentes retorcidas y yo diría que enfermas, que forman casi una familia.

Cuando me enteré de que David Cronenberg se estrenaba en la novela no lo dudé, tenía que leerlo.  Todas las películas suyas que he visto me han alucinado de una forma u otra (Scanners, La zona muerta, La mosca, Crash, eXistenz, Promesas del Este, etc) e imaginaba que si él decidía escribir una novela, tenía que ser igual de rarita y compleja que sus elecciones cinematográficas. Y así es.

En el 2014 estaba David Cronenberg en la alfombra roja del Festival de Cannes. Me pregunto ahora si no fue allí cuando se le ocurrió esta historia, porque aunque parezca extraño todo lo que luego acontece en la novela y que es tan extraño, comienza precisamente en un Festival de Cannes. Y uno de los protagonistas, el filósofo caníbal francés, tiene precisamente su físico y edad aproximada. Curioso ¿verdad? Este libro es del 2014 también. El caso es que Cronenberg cree que es posible que comenzara cuando diez años atrás pensara en escribir la historia de Sartre y Simone de Beauvoir * (mencionados en la novela), pero hasta no sentirse libre de su propia influencia fílmica, no consiguió abandonarse a la historia y permitirla salir.

Ya en su película "Crash" tocaba el mundo de las relaciones sexuales morbosas y las parafilias, y en "Consumidos" no se queda atrás, de hecho parece haber cogido pellizcos de esta historia para hacer la suya propia, igualmente escalofriante, con ese erotismo enfermizo que sobrecoge.

Esta historia es imposible sin una enorme serendipia -o un par-, pues tres investigaciones en apariencia distintas y alejadas, acaban relacionadas entre sí. Lo macabro de las tres ya nos da una pista de lo que hay en la novela, pero en realidad no sabemos nada, porque ésta es en realidad una historia de falsas apariencias, paranoias, ideologías políticas y decisiones extrañas. Fascinante, eso sí.

Como hipocondriaca que soy, cuando empecé a ver que trataba enfermedades (venéreas, mentales, etc), me puse algo nerviosa. ¿Podré con ella? Me pregunté, ¿o acabaré sintiendo síntomas que no me corresponde? No os riais, se pasa mal si no se supera ese trance. El caso es que Cronenberg no abandona en ningún momento las enfermedades (como la apotemnofilia [cuando rechazas una parte de tu cuerpo porque crees que es ajena a ti y te la quieres quitar]) y sin embargo te hipnotiza de tal forma con el argumento que lees sin parar. En este caso es Célestine quien sufría los síntomas y es su pecho izquierdo el que rechazaba. Para liar más la historia, la filósofa francesa entendía un mensaje que sólo ella advertía en una cinta norcoreana que hablaba de insectos.

Y es que el argumento es absolutamente subyugante. Tanto lo que le ocurre a Nathan como lo que le ocurre a Naomi (ambos faltos de escrúpulos y "crecidos" en la era de las nuevas tecnologías, internet y redes sociales en general), y a Aristide Arosteguy, ese tercer personaje que narra una parte de la novela (su historia con Célestine), es intrigante y engancha.

Y ya que he nombrado a Arosteguy, la parte en la que él narra su historia me llevó también a una reflexión: qué gran trabajo de traducción, porque en el caso de que Cronenberg escriba directamente en inglés, la prosa poética utilizada en español es riquísima (debido a nuestro mayor vocabulario), y en el caso de que sea francés, demuestra un estilo en el autor para quitarse el sombrero. Así que diría que Cronenberg y su traductor han hecho un trabajo enorme.

En cuanto a ellos como personajes, puedo deciros que os sobrecogerá la parafilia de Nathan, entenderéis la dependencia tecnológica de Naomi -aunque en su caso lo lleve al extremo-, reconoceréis el consumismo descrito (que en el caso de Naomi y el mundo de la fotografía es también exagerado), os sentiréis sumamente intrigados con Aristide Arosteguy - ese filósofo caníbal francés- , pero aún más con su mujer, la desaparecida Célestine. No son los únicos personajes y para más inri los otros que aparecen y son clave, como el doctor Zoltan Molnár, la joven Chase Rhoipe (cuyo cuerpo lastimado es el resultado de su mente), el cineasta Romme Vertegaal (que manda los mensajes desde Corea del Norte), o el joven cómplice Hervé Blomqvist, os mantendrán enganchadísimos a la lectura.

Cronenberg se ha desvelado aquí como un experto en fotografía (parece saberlo todo de las cámaras), desvela una importante cultura general de alto nivel, y se nota que le tiran las historias morbosas porque, además del cine, ha utilizado la literatura para dejar claros sus intereses (o, quién sabe, quizá sus propias parafilias, aunque él se denomina a sí mismo "curioso", no obseso)*.

Aunque esta es la historia de un asesinato sin cuerpo, de un descuartizamiento y de posible canibalismo, no os quedéis en la superficie porque Cronenberg tampoco lo ha hecho. Fijaos en que entre los escenarios se incluye a Corea del Norte. No digo más, descubridlo en la novela.

Va a pasar mucho tiempo antes de que encuentre una novela que me deje tan alucinada como ésta. Fascinante. Como sus películas, la imagino con el tiempo una novela de culto.

* Entrevista de Vigo Mortensen a David Cronenberg en El País Semanal, con traducción de Antonio-Prometeo Moya.

Anika Lillo

Foto homenaje: