Cómo casarse con un granuja. Falcon Club 3

Opinión:

Por el momento estamos ante el último libro de la serie Falcon Club, aunque dudo que Katharine Ashe termine esta serie que combina romanticismo, pasión, acción e intriga con algún punto de erotismo.

En este libro volveremos a encontrar a algunos de los personajes que aparecían en los dos anteriores y la estructura es prácticamente similiar.

Diantha Lucas es una joven inocente, terca, decidida y alocada. Marcada por el abandono de madre cuando era una niña cree que ha llegado el momento de encontrar respuestas que le permitan continuar con su vida. Para ello emprende un viaje, junto a su dama de compañía, en el que tratará de localizar a esa madre que prefirió alejarse de sus hijos y huir.

En ese viaje estará acompañada por Wyn Yale, agente del Club Falcon, quien también tratará de reparar un error cometido en el pasado. Un error que le ha llevado a la bebida y a vivir en un continuo tormento.

El alcoholismo es un tema que la autora trata muy bien y que tendrá una gran importancia en el transcurrir de la historia. Veremos a Wyn sumergirse en sus profundidades y dejarse caer para, finalmente, resurgir y tratar de enfrentarse a algo que le está destruyendo la vida y el alma.

El contraste entre la pareja protagonista es el punto fuerte de la historia, ya que la inocencia e impusilvidad de ella chocará con el pesimismo, el libertinaje y la desazón de él. Una mezcla que dará lugar a situaciones extrañas, diálogos divertidos y que sirve para crear una historia de amor en la que impera el humor y el cariño más que la pasión explosiva de los libros que le preceden.

Además, durante la novela viviremos con la incertidumbre de la verdadera identidad de Wyn, como no podía ser de otra forma al ser quien es; identidad que, como siempre, descubriremos al final.

Desde mi punto de vista es la mejor novela de las tres publicadas hasta ahora, ya que los personajes principales son más reales y humanos; al no ser tan perfectos y tener sus problemas y defectos los sentimos más cercanos y empatizamos más con ellos. Sin embargo, varios de los personajes secundarios no aportan mucho a la historia, tal vez se les tendría que haber dado otro enfoque, ya que algunos, incluso, sobrarían.

Como es habitual en la autora, tenemos en nuestras manos una historia romántica, en la que el humor y la acción se aúnan para ofrecer una lectura entretenida; aunque en el medio podemos encontrarnos con algunos altibajos que hacen decaer el interés.

Mila L. Castelo