Cartas del más allá

Opinión:

Hace ya tiempo, en un programa de radio de misterio comandado por un periodista al que le gusta mucho mencionar el arcoiris, entrevistaron a una persona que decía que el Más Allá era igual a este mundo en que vivimos (el de los vivos). No fue muy extensa -la radio es la radio- si lo comparamos con estas "Cartas del más allá" pero coincidía en algo, en esa afirmación de que allí también hay casas, trabajos, estudios… En fin, no era muy emocionante pensar que tenemos que repetir lo mismo en un supuesto cielo pero es lo que hay… si crees a estas dos personas. Es más que posible que aquella persona que decía comunicarse con los muertos conociera las cartas que Elsa Barker escribiera bajo escritura automática, o que el abogado y escritor fallecido David Patterson Hatch escribiera utilizando a la mujer.

Lo cierto es que como curiosona que soy no podía dejar el libro ahí al lado, tenía que leer y enterarme de qué hablaba ese señor, sin embargo mi parte escéptica se ha hecho esta vez más antipática porque no me he podido creer nada. Si cuando muera me encuentro con que todo lo que me ha contado es cierto, tendré que ir a pedirle perdón, porque él seguirá por allí investigando y posiblemente yo acabe siendo su discípula y me sienta idiota por no haberle creído. Por supuesto lloraré y sufriré porque según su versión ahí te peleas, discutes, te duelen los golpes, tienes problemas matrimoniales… o sea una repetición de esto pero más misteriosa. Mientras tanto no puedo. Me sobra imaginación para -en un momento dado- creer que podría ser; creo en el más allá tanto como en el más acá, y no seré yo quien diga que después de muertos no hay nada -por experiencia-, pero en "Cartas del más allá" tenía la impresión de que Elsa Barker ejercía de escritora y nos contaba la historia de un abogado fallecido que le narraba cómo era el más allá.

Hay una cosa que no se me quita de la cabeza: el dolor de brazo y mano con el que debía acabar Elsa Barker después de cada carta, alguna larguísima. Menudos trances. Debía tener mano de hierro.

Eso sí, no te mueras de la curiosidad. Es mejor leerlo. Según Barker estas cartas le ayudaron a superar el miedo. Yo diría que ella misma se lo quitó haciendo una especie de auto-psicoanálisis introspectivo y usando la escritura como medio, pero es mi opinión. A ver cuál es la vuestra. 

Anika Lillo