Bajo el brillo de la luna (Lyndon 1)

Opinión:

Julia Quinn, escritora estadounidense consagrada en el ámbito de la histórica romántica, se ha vuelto mundialmente conocida gracias a la adaptación cinematográfica de su serie "Bridgerton". Su éxito se ha vuelto mundial y gracias a Titania los lectores podemos disfrutar de toda su obra.

"Bajo el brillo de la luna" pertenece a la bilogía "Hermanas Lyndon", siendo el primer tomo de la misma.

En esta historia, Quinn nos ofrece un romance entre un noble y la hija de un vicario que permanece a lo largo de los años a pesar de la separación, el tiempo y la distancia.

La historia de Victoria y Robert presenta dos etapas distinguidas que reflejan la evolución de las relaciones en función de la madurez. Por un lado, encontramos una bonita historia de amor adolescente que nace de lo que comúnmente conocemos como "instalove" impregnada de unos sueños, utopías y esperanzas que se rompen ante la realidad social. Por otro lado, hallamos, a una pareja adulta, cuyos caminos en la vida han sido confeccionados según su posición social y que son conscientes de su situación y del modo en que deben actuar para sobrevivir. Es por ello, que considero que la novela ofrece una visión global y realista de la época, mostrando escenas y elementos costumbristas en donde las imposiciones sociales y una marcada posición de la mujer y de la nobleza tienen su auge y limitaciones.

Gracias a la pluma de Julia Quinn caracterizada por su agilidad, sencillez, delicadeza, frescura, elegancia y, sobre todo, hilaridad, la novela se lee prácticamente sola.

La trama es dinámica, entretenida y no se abusa de descripciones, lo que permite mayor ligereza e inmersión en los diálogos, la introspección de los personajes y los grandes acontecimientos. Así mismo, la historia se complementa con numerosos conflictos, malentendidos y enredos que dinamizan la obra.

En cuanto a la ambientación, la autora rompe con su clásico escenario de salones de bailes para dirigirnos hacia la zona rural inglesa, llena de verdes campos y una vida más sencilla, relajada y obrera, la cual contrapone en alguna ocasión con la opulencia y la tumultuosa de las calles londinenses.  

Los personajes son potentes y carismáticos, se nota la evolución a lo largo de las páginas, sin embargo, destaco el papel femenino sobre el masculino. En este caso es Victoria quien muestra cordura y un papel más realista acorde con su tiempo, mientras que Robert, tiene un pensamiento más idealista. Si bien es cierto que se adecua con la posición social de cada uno, he encontrado en la figura masculina no solo unas características un tanto chirriantes para un noble, sino también ciertos rasgos machistas que no han terminado de convencerme. He de reconocer este aspecto como algo personal ya que, quizás la autora trate de plasmar ciertos comportamientos de la época fehacientemente.   

Del mismo modo, ambas personalidades contrastan tanto consigo mismos en ambos tiempos narrados, adolescencia y adultez, como entre ellos. También, el tipo de relación que se presenta en ambas etapas reflejan las características propias de la edad y la transformación en su forma de conversar, pensar e incluso plantearse su futuro juntos.

A pesar de este pequeño detalle confieso que la obra me ha gustado. Julia Quinn sabe reflejar de un modo original y magistral la idiosincrasia de la regencia, las relaciones familiares o la etiqueta, entre otros a través de una relación adolescente que es separada por las circunstancias y que el destino vuelve a unir años después bajo los efectos del rencor.

Otro aspecto destacable es la gran habilidad que se refleja en todos los personajes, marcados vivamente por su personalidad para representar cada una de las emociones humanas. El rencor, la venganza, el amor, el odio, la ilusión, el miedo y la diatriba que se forma entre ellos en el interior los protagonistas son mostrados de un modo tan veraz que es fácil empatizar con cada uno de ellos y entender su modo de actuar.

Es por todo ello que no puedo más que recomendar esta encantadora historia de amor verdadero que dura en el tiempo a pesar de las adversidades y nos hace las delicias a todos los lectores que disfrutamos de un buen romance. 

Marisa Costa