Bésame y vente conmigo

Opinión:

En una Conferencia sobre lectura y escritura celebrada recientemente en Sueca, la escritora alcoyana Isabel-Clara Simó afirmó algo muy cierto. Según ella, lo que hace a un libro bueno o malo no es el número de ventas ni tampoco la pluma que lo escribe sino algo mucho más íntimo. Lo que realmente hace que un libro sea bueno o malo depende de los sentimientos y sensaciones que provoque en el lector. Cuantas más mejor. Pues bien, si nos ceñimos a las palabras de Isabel-Clara Simó, "Bésame y vente conmigo" es un libro excelente. Aunque, como es lógico suponer, también influye el hecho de que su autora, Olivia Ardey, sea una buena escritora y uno de los referentes dentro del panorama de la novela romántica española.

"Bésame y vente conmigo" es la tercera novela que publica tras "Dama de tréboles" y "Delicias y secretos en Manhattan" pero es la primera cuya historia sucede en la época actual. Hecho que viene a confirmar que, Olivia Ardey, mantiene su calidad como escritora ya sea adentrándose en la década de los años 20 del siglo pasado como en el actual.

Leer "Bésame y vente conmigo" es todo un placer. La historia que narra es de esas que conectan desde el primer momento con el lector ya sea éste masculino o femenino. Sí, a pesar de ser una novela romántica en la que el amor tiene un peso muy importante en la novela no es el único género o tema que se aprecia en ella. Junto a esta parte romántica hay otra en la que reina la aventura, el misterio o la intriga. Diversos matices que no hacen sino enriquecer la novela. Al mismo tiempo, están perfectamente relacionados contribuyendo a que la historia quede completa, redonda. Es también un buen ejemplo del manejo de la pluma que tiene la autora. Sabe muy bien cómo hilvanar y entrelazar las distintas temáticas que forman parte de la historia que está narrando. Es una característica innata de su estilo narrativo.

Al mismo tiempo, otro punto muy importante son los personajes. Olivia Ardey es una buena creadora de personajes. Lógicamente, destaca el trío protagonista formado por Nico, Álvaro y Celia. Cada uno de ellos tiene una personalidad que les hace especiales pero, pese a ser los protagonistas, no dejan incompletos a los secundarios. Una de las bazas de "Bésame y vente conmigo" es el peso que tienen también los personajes secundarios, cada uno con su historia. La cual se completa, Olivia Ardey no deja nada inconcluso. A destacar, la que viven Susana (hermana de Celia) y Javier, un guardia civil destinado en Tarabán. Historias paralelas pero con su propio peso.

Como he comentado, "Bésame y vente conmigo" es una novela romántica en la que el amor es uno de los temas principales y que da lugar a escenas en las que la sensualidad y el erotismo están muy presentes. Pero, Olivia Ardey trata estos temas con mucha elegancia. No le hace falta ser muy explícita en detalles para conseguir que el lector los sienta.

Otro punto muy a favor de esta novela es su ubicación geográfica.

Olivia Ardey  no solo ha acertado situando la historia de Nico, Álvaro y Celia en la época actual sino que, también, lo ha tenido a la hora de situarla. Es una historia muy viajera, el lector- en compañía de los protagonistas- va desde Tarabán (un pueblo ficticio entre Calanda y Alcañiz), en Teruel, hasta Las Vegas pasando por Madrid y Cullera. Personalmente, me ha encantado esta ubicación en Teruel. Sinceramente, creo que no habría sido posible otra ubicación, aportan un toque muy especial a la novela apreciándose, al mismo tiempo, un homenaje por parte de la autora hacía esta tierra (Teruela) y, también, transmite al lector una sensación de paz. Hay un fuerte contraste entre la sensación de estrés y velocidad que transmiten Las  Vegas o Madrid, frente a la calma y paz de Tarabán. 

De nuevo, "Bésame y vente conmigo", confirma el por qué Olivia Ardey es una autora con tanto tirón. Su estilo narrativo es muy fresco. No solo sabe dar vida y crear personajes sino que, también, es muy buena a la hora de dar forma a la historia. En la novela se aprecia un perfecto equilibrio entre los párrafos narrativos y los diálogos. Las descripciones son las necesarias y permiten que el lector se ubique en la historia. Ello hace que se sienta muy cómodo.

Por su parte, los diálogos son muy fluidos, aportan mucha ligereza a la lectura. Olivia Ardey es una buena dialoguista. Por medio de estos diálogos, el lector llega a conocer mejor a cada uno de los personajes; la forma de hablar les delata y les desnuda frente al lector más de lo que pudiesen imaginar. Esta ligereza de diálogos impregna de frescura a toda la novela.

"Bésame y vente conmigo" es de esas novelas que se leen sin darse uno cuenta pero sin que ello denote superficialidad. Se lee rápido porque es muy difícil abandonar su lectura una vez se ha iniciado.

Es una lectura que acabas con una sonrisa de satisfacción dibujada en el rostro, algo que hace falta.

Por todo ello, es más que recomendable su lectura especialmente si se trata de lectores que buscan historias que les conmuevan y despierten sentimientos y emociones. 

Ysabel M.