Artesanales

Opinión:

Es inevitable sentir cierta curiosidad ante la historia por leer simplemente por el hecho de quién dice ser su autor. Es difícil abstraerse de ello, especialmente porque, creo, puede haber rasgos de su personalidad entre los rasgos del protagonista, según se vislumbra de una reciente entrevista en un programa de entretenimiento de la tarde de los domingos.

Como punto de partida, ya desde el primer momento sabemos que es una historia enmarcada dentro del género de novela erótica, por lo que damos por hecho que habrá descripciones explícitas; pero, leyendo solo la contraportada del libro, podemos hacernos una idea de por dónde va a ir el estilo literario de la historia; sentimientos y emociones bajo un lenguaje refinado, dotado de cierta retórica y sensibilidad. Y, efectivamente, esta "literatura" será casi tan importante como la trama en sí, la cual, es bastante lineal.

Un joven, 7 días, 7 historias, 7 mujeres. Algo curioso: no conocemos el nombre del protagonista, ni su edad, ni profesión, ni el enclave espacio temporal. Solo conocemos que se trata de un hombre que podría estar entre los 20-30 años, que vive en una gran ciudad, y la trama transcurriendo durante una calurosa semana del mes de julio o agosto. Por el contrario, sí conocemos los nombres de ellas, quizá para personalizar los sentimientos que cada una provocará en el protagonista.

Durante cada uno de los siete días, a nuestro protagonista le surgirán situaciones casuales que darán lugar a encuentros sexuales con cada una de las siete mujeres. Sin embargo, no serán simples encuentros, detrás hay historias de amistad, de cariño, incluso de un particular concepto del amor que hace que no sea sólo una narración erótica, sino que, además del deseo, el placer, el disfrute y las diferentes formas de sexualidad explícitamente narradas, hay respeto, hay cariño, ternura, libertad, sinceridad; no hay nada irreverente, ni prejuicios morales o sociales, ni ningún tipo de sumisión, temas tan habituales en este tipo de novelas.

Aún a haber descripciones sexuales explícitas, en ningún momento sientes que estés leyendo algo con tintes de pornografía. Es un relato erótico que apela a la sensualidad y que comprende, obviamente, pasajes de sexo en diferentes variantes, pero no se reduce a ellos.

Poco sabemos de los personajes y de sus vidas. Ni siquiera sabemos el nombre del protagonista, lo que hace que el foco esté en las relaciones personales que se crean entre ellos. Eso sí, relaciones todas ellas basadas en el respeto mutuo, tan echado en falta en otras novelas del mismo género. 

El estilo de la narración es muy ágil, con frases cortas y párrafos breves. En una primera impresión se percibe más como un compendio de relatos que como una novela, por sus capítulos cortos (hasta 7) y por sus historias independientes unas de otras. A destacar el lenguaje refinado, con cierta retórica, mezclado en ocasiones con símiles poéticos, lo cual aporta sensibilidad a la narración.

En definitiva, sí, es una novela de género erótico que comprende una manifestación y percepción particular del amor, puede, con tintes personales, mezclada con una más mundana percepción del deseo y del placer propio de este género. 

Desde aquí, suerte a Julián Contreras en esta nueva aventura, la cual puede vislumbrarse larga y próspera.

Belén Flores