las cuatro postrimerías
Título: las cuatro postrimerías
Título Original: (the last four things, 2011)
Autor: Paul Hoffman
Editorial:
La Esfera de los Libros
Copyright: © Paul Hofmann, 2011
© La Esfera de los Libros, S.L., 2011
Traducción de Adolfo Muñoz García
1ª Edición, Septiembre 2011
ISBN: 9788499700823
Etiquetas:
autores
aventuras
ciclo
épica
escritores
fantasía
fantasía épica
fantástico
ingleses
literatura inglesa
lucha
sagas
series
trilogías
violencia
Argumento:
Dejamos al protagonista de la saga de Paul Hoffman, Tomas Cale, traicionado por su amante Arbell Cuello de Cisne quien lo entrega a Bosco para salvar su reino.
En la nueva entrega, que ahora tenemos en las manos, Cale debe volver pues a su odiado Santuario de donde tanto le costó huir. Pero ya no lo hace como el acólito de Bosco, torturado y maltratado, sino como la pieza clave de que dispone Bosco para derrocar al papa Bento y hacerse con el poder absoluto de los Redentores. El instinto asesino de Cale, y el plan largamente urdido por Bosco, convertirán a Cale en un verdadero Ángel de la Muerte encargado de eliminar la gran equivocación de la Creación: el hombre.
Con Henri el Impreciso a su lado, Cale hace lo único que puede hacer: luchar y matar hasta que se le presente la nueva ocasión de huir.
Opinión:
Tan buen sabor de boca me dejó La mano izquierda de Dios, que esperaba mucho, quizás demasiado, de la segunda novela de la saga. Y me ha sabido a poco. Principalmente, y a mi modesto entender, porque en Las cuatro postrimerías, se acrecientan los puntos débiles de la primera novela y algunas cuestiones que ya apuntaba como defectos me parecen, ahora, por lo menos cuestionables. Por ejemplo, y el principal de esos temas cuestionables, sería la exagerada referencia a lugares, religiones, detalles reales en una novela de fantasía. Si en la primera novela aparecían como pinceladas curiosas, en ésta llegan a desconcertar al lector. Y, inevitablemente, aparece la pregunta: ¿estamos leyendo fantasía o no?
Me ha molestado, también, la alusión al pueblo musulmán, los Musulpanes, como una raza de locos, fanáticos y maltratadores, y me pregunto si esto era necesario.
Por otra parte, la violencia que ya mencionábamos en el libro anterior como un ingrediente omnipresente en la narración, se acrecienta en esta entrega. Hay fragmentos que “pueden herir sensibilidades” y, aunque justificada, a veces he tenido la sensación de estar leyendo un tratado de guerra, o una de esas crónicas medievales que no escatiman en detalles cruentos o escabrosos. Aunque, bien pensado, quizás es eso precisamente lo que pretende ofrecernos el autor.
Por otro lado, mi queja sobre la falta de buenos personajes femeninos “ha llegado a oídos del autor” que nos ofrece uno digno de mención: Daisy, que por lo que parece, seguirá dando guerra en la tercera novela de la saga. Y debo decir que, de nuevo, los personajes son uno de los mayores logros de Hoffman, y me remito no sólo a Daisy, sino a ese otro personaje de aire renacentista, Hooke.
De hecho, mi interés como lectora se ha despertado en la parte final de la novela. Es ahí, un poco tarde quizás, donde he hallado al verdadero Tomas Cale. Al que yo esperaba.
Es un final que nos promete una tercera entrega mucho más interesante, una explosión final digna de ser leída. Y yo no pienso dejar de hacerlo.
En resumen, Las cuatro postrimerías es, a mi parecer, un punto intermedio entre dos buenas novelas (eso espero). Una novela de transición que nos llevará hacia un final digno de la saga.
Núria Pradas Andreu
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