Apocalipsis bebé

Opinión:

Cuando Lucie Toledo aceptó el trabajo encargado por la familia Galtan, pensó que se trataba de un caso típico que no exigiría mucho esfuerzo. François Galtan, novelista frustrado pero con cierto respeto en el sector cultural, y su madre, Jacqueline Galtan, habían acudido a la agencia para solicitar una investigación en torno a la hija del escritor. El perfil de Valentine es, a primera vista, un estereotipo: conflictiva, reacia a su propia familia, rehúye las redes sociales y en su propio instituto no la conocen bien ni sus compañeros de clase. Lucie Toledo, investigadora aburrida de su profesión, empieza a seguir a la adolescente sin imaginar lo que está a punto de ocurrir: aprovechando una confusión, Valentine huirá de su perseguidora y tampoco regresará con su familia. Los Galtan ofrecerán una única oportunidad a Lucie para solventar su error: debe encontrar a la muchacha antes de que el escándalo manche el prestigio de la familia. Desesperada por la presión del trabajo y perdida entre todas sus posibilidades, la protagonista decide buscar la ayuda de una mujer mítica en la disciplina: La Hiena, una especie de femme fatale lésbica que, con humor y descaro, provocará un cambio inigualable en la vida de Lucie y en el porvenir de la investigación.

Pero "Apocalipsis bebé" no es una novela de detectives; o, al menos, no lo es al uso. Su protagonista, Lucie Toledo, no es investigadora por vocación ni sigue los métodos racionalistas que popularizaron grandes personajes del género como Hércules Poirot o Sherlock Holmes. En su casa, se limita a seguir una serie de procedimientos establecidos por la agencia, pero que en esta ocasión se revelan como insuficientes. Es por este motivo por lo que resulta tan necesaria la ayuda de La Hiena, una investigadora pasional, de gran astucia y ajena a los límites y a las convenciones del oficio. Sin La Hiena, Lucie no sería nada: ella añade el contrapunto irónico y humorístico, pero también es responsable de un tono irreverente, urbano y callejero, y de unas dinámicas de trabajo ('el fin justifica los medios') que convierten al thriller en una trepidante novela de aventuras. La investigación se inicia en París, en los círculos sociales en los que se había movido la joven Valentine en los últimos tiempos: su hogar, con el llamativo papel de la madrastra; el instituto, donde resulta ajena para profesores y estudiantes, e incluso una remota parte de la familia que podría ayudarla a conectar con su madre biológica.

La familia es, como puede apreciarse, el tema central de la novela. Pero si esta es la causa y también el fin de la desaparición de Valentine, no puede ignorarse otro matiz que se despliega progresivamente a lo largo de "Apocalipsis bebé", hasta el punto de retorcer la trama: la identidad. Los pasos de la adolescente están motivados por la misma inquietud que mueve a la detective protagonista: la búsqueda de un lugar placentero, de un espacio que no sea rutinario ni anodino. Los distintos estratos y grupos sociales que recorrió la muchacha, desde okupas hasta monjas, ejemplifican el sinsentido de esa búsqueda, y sólo al final de la novela el lector tomará auténtica conciencia de los peligros de una identidad en quiebra.

Galardonada con el Prix Renaudot en 2010, "Apocalipsis bebé" supuso un punto de inflexión en la trayectoria literaria de Virginie Despentes: rechazada antes por las élites culturales y adorada por jóvenes e insurrectos, la autora entró con apenas cuarenta años en el panteón de las letras francesas y hoy en día es ya un nombre privilegiado de su literatura.

Darío Luque